OAXACA.- Al frente de la marcha de unos cinco mil maestros iba Norma Cleyver Cruz Vázquez, la líder de la CNTE de la región Valles en Oaxaca. Peinada con un chongo sujetado con un bolígrafo a la altura del remolino daba ordenes a encapuchados armados con tubos y palos para que se subieran a camionetas pick up y estaquitas.
-A ver tú, tápale las placas y muévanse- dijo y con el dedo índice de la mano derecha se acomodó unas gafas tipo Ray Ban que se le deslizaban en el puente de la nariz. Un tipo de piel tostada y rostro descubierto obedeció sus indicaciones y los demás se dispusieron a obedecerle.
-Tú te vas a mover por Juárez (la avenida)- le dijo al chofer de una Nissan gris de doble cabina poco antes de que unos 100 hombres se movilizaran por la ciudad en cuatro unidades y un autobús para destruir casillas electorales, llevarse el padrón electoral y quemar boletas.
Cruz Vázquez notó la presencia de este reportero de EL FINANCIERO y ordenó a los encapuchados detenerlo. "Quédate quieto, cabrón", ordenó uno de ellos. Otro encajó la punta de un tubo del lado de las costillas y alguien más puso en el otro extremo del cuerpo el pico de un palo grueso y largo para impedir movimiento alguno.
Ya sometido se llevaron una iPad y dos celulares por los que el reportero se comunicaba a la redacción para enviar sus despachos informativos.
-¿Qué chingaos quieres aquí?- dijo el de piel tostada y bigotes negros.
-Soy reportero, señor.
Les molestó notar que entre la acreditación otorgada por el INE.
-Ya te chingaste, cabrón. Sabes que no queremos saber nada de esto.
Después de unos minutos, todavía sobre carretera internacional Cristóbal Colón con dirección al Zócalo de la ciudad, devolvieron credenciales y cartera, pero no así el celular y iPad.
-Ya váyanse- ordenó Norma Cleyver Cruz y también ella dio indicaciones de liberar al reportero que estaba encapsulado por más de 20 encapuchados.
-Nomás no te queremos volver a ver aquí o te carga la chingada- dijo el hombre que le hizo segunda.
Minutos después la casilla instalada en el centro infantil del Parque Bicentenario estaba patas para arriba y parte del material electoral regados por todas partes. Las personas en shock. A las boletas les prendieron fuego en la esquina frente al paso de convoyes del Ejército que sólo atestiguaban las escenas pues la destrucción ocurrió en todo el centro.
En Avenida Juárez, en Héroes de Chapultepec, en Reforma y otras avenidas hicieron lo mismo. Nadie los detuvo.
-Váyanse a su casa señoras, esto se va a poner peor- pedía el presidente Francisco Vázquez de la casilla 555.
-Esto ya se anuló, ya ni lo reporten váyanse, váyanse- agregó otro funcionario de casilla que trataba de dar calma a una señora que se quedó con el crayón en la mano cuando llegaron los supuestos maestros.
Unos 100 encapuchados han boicoteado las elecciones ante la presencia en Oaxaca de más de mil 500 federales y militares y el sobrevuelo de dos helicópteros de la marina y el ejército.
Otra versión, sin embargo, obtenida por El Financiero, de uno de los consejeros empeñados al inicio en defender el proceso reveló, a cambio de no citar su nombre, que el cambio de parecer en realidad obedece a que se perdió un buen número de boletas electorales
Los consejeros locales en Oaxaca, sin embargo, no quieren que haya elecciones este domingo. La versión oficial pide posponerlas ante amenazas de la CNTE de boicotear la jornada y por el ingreso militar.