HERMOSILLO.- El Congreso de Sonora revivió, tres semanas después, la serie de iniciativas de reforma a la Constitución Política en donde se buscaría 'amarrarle las manos' al nuevo Congreso con mayoría absoluta de Morena.
La diputación permanente aprobó un decreto con el que se convoca a una sesión extraordinaria e, incluso, se contempla la posibilidad de sesionar en un lugar distinto a la sede del poder legislativo estatal, a fin de abordar una serie de puntos polémicos que fueron retirados del orden del día en la sesión realizada el 18 de julio pasado.
La reforma constitucional contempla implementar el derecho total, parcial y presupuestal de veto a favor del poder ejecutivo estatal, así como incorporar una figura de mayoría irrevocable que amplía el número de votos necesarios para modificar la constitución del estado de 22 votos (2 terceras partes) a un total de 28 diputados, en un contexto en el que Morena junto al PT y el PES dispondrá de 22 legisladores a partir del 15 de septiembre.
Entre los argumentos presentados para dicha reforma constitucional, destaca que Morena, en su agenda legislativa, buscará legalizar el aborto, los matrimonios homosexuales y la adopción homoparental, así como la legalización del uso lúdico de la mariguana, de acuerdo con la diputada del PRI, Flor Ayala Robles Linares.
La legisladora manifestó que es necesario frenar esa agenda que impulsa Morena, pues trastoca los valores de la sociedad sonorense.
Sin embargo, la diputada local del PAN Lina Acosta Cid manifestó de antemano que ella votará en contra de las modificaciones a la Constitución, pues no existe nada que justifique proceder en ese sentido, al carecer las reformas de sustento social y por considerarlas como un atentado contra la democracia.
"La democracia republicana requiere de una sana división de poderes y una alternancia respetuosa entre los representantes ciudadanos sin embates o triquiñuelas apresuradas para elevar normas a rango constitucional", acotó.
La diputada dijo que es inviable ir por estas reformas, dado que se hace todo de manera apresurada, sin discusión, análisis o consenso ciudadano.