Nacional

Transición inédita

El presidente en funciones y el electo se reunieron en Palacio Nacional acompañados por integrantes de sus gabinetes para iniciar de manera formal la transición.

A más de tres meses del inicio del nuevo Gobierno, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador comenzaron un proceso de transición inédito, en el que participan los equipos de la actual administración y del presidente electo.

Ambos sostuvieron un encuentroen Palacio Nacional durante poco más de una hora y luego ofrecieron un mensaje a los medios, en el que destacaron el respeto y la coordinación establecidos entre el gabinete saliente y el entrante.

"Se trata de un encuentro inédito, toda vez que no había ocurrido en el pasado reciente el tener, a estas alturas de la transición, ya definidos quiénes serán los titulares de las dependencias de la administración pública federal", resaltó Peña Nieto.

Y agregó: "He tenido la oportunidad de dialogar en un clima de respeto, de cordialidad con el presidente electo sobre este proceso, a efecto de hacerlo muy eficiente, a efecto de que el próximo gobierno tenga los elementos necesarios, que le permitan iniciar su gestión de manera exitosa y con la mayor información que podamos allegarles".

López Obrador agradeció el apoyo del actual mandatario, a quien de nueva cuenta reconoció por no haber intervenido en la elección.

Resaltó que el hecho de empezar el proceso de transición con anticipación y con la participación de ambos gabinetes les permitirá trazar diversos proyectos, como el del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

En medio de la cordialidad tras la reunión, hubo un choque entre el presidente constitucional y el electo, aunque fue en la misma tersa línea. Hicieron manifiesto su desacuerdo en lo referente a la reforma educativa: mientras Peña Nieto aseguró que la defenderá hasta el final de su administración, López Obrador sentenció que la derogará.

Respecto al caso de Elba Esther Gordillo, también expresaron sus contrastantes opiniones.

"La verdad, para este Gobierno no reviste mayor trascendencia la posición que guarda la maestra, a la que se le respeta en sus derechos políticos, pero es evidente que este Gobierno es promotor e impulsor de una reforma educativa de fondo, de cambio y que habremos de seguir instrumentando en términos de lo que marca hoy la Constitución y las leyes reglamentarias", expresó el presidente Peña Nieto.

López Obrador apuntó: "si ella (Gordillo) es declarada inocente, libre, se tiene que respetar su derecho de participación", y reiteró que en lo que respecta a la reforma educativa su estrategia es cancelarla una vez que asuma la Presidencia.

"Se va a cancelar la actual reforma educativa y va a ser sustituida por otra reforma que va a tomar en consideración el punto de vista de maestros y padres de familia", señaló y aclaró, además que buscará defender la democracia sindical "por eso en los asuntos sindicales vamos a promover que se respete la voluntad de los trabajadores".

Enseguida, Peña Nieto cambió su expresión y manifestó que es evidente que, en materia educativa, tienen una "óptica diferente".

Dijo que así como su Gobierno defendió el modelo educativo que impulsaron, serán respetuosos de la decisión que tome la próxima administración, a la cual le corresponderá hacer sus propios ajustes.

"Al haber una posición o una visión diferente, también de haber ajustes, corresponderá al próximo Gobierno la implementación de los mismos", puntualizó el actual mandatario.

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