Sí es viable el proyecto de las dos pistas en la base de Santa Lucía, aunque la firma argentina Mitre sostiene que tendrían que disminuirse la frecuencia de llegadas y salidas, indicó el propuesto como secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú.
La firma argentina sostiene que si se hacen las pistas en ese lugar, tendría que disminuirse la frecuencia de salidas y entradas, indicó al término de la reunión que sostuvo el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, y con el gobernador electo de Tabasco, Adán Augusto López.
"Nosotros no estamos de acuerdo con los peros de Mitre", subrayó, aunque reiteró que se analizan los estudios de la empresa.
En entrevista, señaló que disminuir la frecuencia de vuelos no conviene porque de lo que se trata es de hacer más eficiente el servicio aeroportuario.
Declaró que la opinión de los ingenieros mexicanos sobre el dictamen del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAIM) se entregará al equipo del presidente electo de México el próximo 5 de septiembre.
Jiménez Espriú, propuesto como próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, aseguró que el dictamen que se hizo público sobre el NAIM se entregó tanto al Colegio de Ingenieros como al Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
"La opinión nos las van a entregar el día cinco de septiembre, de ahí las mesas de debate a finales de octubre. No se tiene un estimado de lo que se va a destinar para la consulta".
López Obrador había pedido su ayuda a los ingenieros de México para definir el futuro del Nuevo Aeropuerto de Internacional de México.
"Yo les pido que ese dictamen lo revisen y que ustedes nos den su punto de vista como un grupo de asesores, ¿quiénes mejores que ustedes? Además, no vamos a pagar nada. Nos va a salir gratis. O, ¿a poco nos van a cobrar?", dijo López Obrador durante una reunión con ingenieros, en donde estuvo presente Carlos Slim Helú.
Previamente, Jiménez Espriú había asegurado que el nuevo aeropuerto estaría listo para el año 2023 y no en 2020, como originalmente se contemplaba.
Explicó que se lograría la terminación del inmueble en dicho año siempre y cuando no se interrumpa la obra y que solo se cuentan con tres posibles soluciones para el seguimiento de la construcción del Nuevo Aeropuerto.
La primera sería continuar la obra con los términos actuales, una vez realizado un ejercicio de transparencia de los contratos; la segunda que la construcción estuviera financiada por el sector privado; la tercera, hacer una terminal con dos pistas en la base militar de Santa Lucía.