CIUDAD DE MÉXICO.- Hasta ahora, los pagos y privilegios de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) han costado a Oaxaca casi 9 mil millones de pesos...con malos resultados educativos.
En los últimos dos años, el registro de la deuda pública del estado debido al pago a maestros ha sido de siete mil 400 millones de pesos, y para el próximo, la Federación tendrá que absorber el costo de la creación de nuevas plazas para profesores de la CNTE por mil 200 millones de pesos.
Según datos de esta entidad, en 2014 la deuda pública por este rubro era de siete mil 400 millones de pesos, aunque se redujo en 2015 a dos mil 150 millones debido a la inversión hecha por el gobierno federal.
Desde hace más de 25 años, los maestros disidentes en el estado han obtenido casas, regalos y bonos extraordinarios que han causado un déficit en las finanzas públicas.
Este año, el Ejecutivo tendrá que invertir mil 200 millones de pesos para que los maestros de la Coordinadora obtengan más plazas.
De acuerdo con datos del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), la regularización de los más de tres mil trabajadores del magisterio en el estado tendrá ese costo que será asumido por la Federación.
Es decir, los puestos de trabajo y privilegios de los maestros de la Sección 22 han costado al erario ocho mil 600 millones de pesos.
El mismo gobierno oaxaqueño ha aceptado que con estos recursos, obtenidos en diferentes administraciones, la Sección 22 de la CNTE ha recibido beneficios como los pagos de 120 días adicionales, distribuidos en aguinaldo, desempeño, y "ayudas diversas", que ahora se catalogan como "estímulos laborales".
Los maestros de la Coordinadora también consiguieron la donación del inmueble Casa Oaxaca, que hasta 1993 albergó la representación del gobierno de Oaxaca en la Ciudad de México, cedida por la Sección 22; además de la distribución de electrodomésticos, artículos de línea blanca y computadoras en "apoyo a la educación"; según explicó el exgobernador Gabino Cué.
A pesar de las inversiones millonarias en los maestros oaxaqueños, los resultados educativos han sido decepcionantes.
En la última prueba del Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) donde participó Oaxaca, en el año 2009, los alumnos se situaron en los lugares más bajos a nivel nacional en sus niveles de lectura y en el quinto peor de todas las entidades en matemáticas.
Debido a la oposición de la Sección 22 ante la aplicación de la prueba PISA 2012, ésta no fue hecha en el estado y en 2015 el gobierno federal no brindó los resultados para cada uno de los estados del país, así que no se tienen registros oficiales de cómo están los niveles de aprendizaje de los alumnos.
La organización Mexicanos Primero, en su Índice de Cumplimiento de la Calidad Educativa (ICRE), sitúa a Oaxaca en el último lugar nacional, debido a la poca información que se tiene sobre el aprendizaje de los alumnos y a que los maestros se niegan a ser evaluados.