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Gil Zuarth decidirá en días si buscará presidencia del PAN

'El partido debe comenzar su reestructuración por una reforma institucional y una estatutaria', declaró el senador con licencia panista, Roberto Gil Zuarth.

Roberto Gil Zuarth, senador panista con licencia, confirmó que será en los próximos días o semanas cuando decida si va o no por la dirigencia del PAN, sin embargo, planteó que "el partido debe comenzar su reestructuración por una reforma institucional y una estatutaria, que debe tener como prioridad que nunca más un dirigente se convierta en candidato".

El panista, en entrevista con El Financiero, sugirió que debe ser el INE, a través de un acuerdo, quien lleve a cabo la gestión y administración del padrón de militantes, que hoy está en manos de una cúpula, y reconstruir la forma de gobernar al partido donde gobernadores formen parte de las decisiones.

"La ruta para la reconstrucción del partido pasa por una reforma institucional profunda y, por otro lado, por la actualización de nuestros principios de cara al régimen que está por iniciar el próximo 1 de diciembre: un gobierno de incertidumbre, que no sabemos qué es lo que va a pasar", subrayó.

Comentó que ante ese escenario, el perfil que debe tener el nuevo presidente del PAN es, en primer lugar, dejar de hablar de un presidente y hablar de una nueva gobernabilidad interna. "Presidente es sólo un componente de una serie de órganos para generar una gobernabilidad interna y para eso se requiere construir acuerdos internos, pero sobre todo generar nuevas condiciones de inclusión y gobernabilidad".

Necesitamos, apuntó, de un consejo nacional vivo, que exija cuentas, un ejecutivo hábil, dinámico, creativo, inteligente, y necesitamos un órgano de estrategia que se haga cargo de los gobiernos, ahí donde somos gobierno. "Tenemos que construir un acuerdo interno que genere mayorías sólidas y que impida la captura del partido por parte de un grupo de poder", comentó.

Señaló que lo que pasó en el PAN fue que "el partido se fragmentó en parcelas y cada parcela cuidó su interés, y por eso la unidad del partido se ha desdibujado, por eso la unidad del partido está en crisis y es muy difícil crear condiciones de acción colectiva. Por eso se requiere una dirigencia por encima de los apetitos de grupo, que no sea producto de algún ismo, ya se calderonismo o anayismo, sino una dirigencia que le debe su cargo y responsabilidad a los panistas".

Reconoció que "el PAN está en una crisis, que no es derivada de una campaña o derivada de una dirigencia, o de errores de estrategia en el corto plazo, es una crisis estructural muy profunda que empezó desde hace mucho tiempo, y la forma de ver esa crisis es que basta con observar cuántos votos recibimos en el 2000, 42 por ciento, y cuántos votos recibimos en el 2018, 18 por ciento".

En 18 años, explicó, hemos perdido un poco más de la mitad de nuestro electorado, la clase media que antes votaba por el PAN hoy votó por Andrés Manuel López Obrador; los jóvenes que antes veían en el PAN una ruta de participación política, hoy están volteando a ver a Morena. El norte del país que antes veía en el PAN la opción política del desarrollo, del crecimiento, de la productividad, del estado de derecho y de las libertades, hoy volteó a ver a López Obrador.

"Los distintos electorados que antes veían en el PAN la opción política de la certidumbre, hoy voltearon a ver a López Obrador. Esa es la mejor fotografía de nuestra crisis: el PAN está dejando de convocar a una parte de la sociedad, se está haciendo chiquito en términos de representación y en 2018 no se pudo situar como la alternativa de cambio con certidumbre, por eso hoy el cambio es incierto", lamentó.

No obstante, subrayó que esto tiene que ser el principio de la reflexión interna: ¿por qué estamos en una crisis profunda? Porque el partido ha dejado de ser claro en sus ideas, ha perdido institucionalidad y ha dejado de ser ejemplo de integridad pública. Si queremos que el país esté fuerte y sólido el 1 de diciembre, el PAN tiene que encontrarse con su origen, y es muy simple: identidad, institucionalidad e integridad pública.

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