Luego de que las presidentas titular y suplente de la Comisión de Justicia Partidaria renunciaran a sus cargos en menos de 48 horas por negarse a aprobar la exoneración de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, el PRI optó por mantenerlo en sus filas, pero suspenderle sus derechos como militante hasta que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) dicte sentencia.
Gutiérrez de la Torre fue acusado de ofrecer trabajo a mujeres en el PRIDF, cuando era dirigente del partido en la capital, a cambio de que le proporcionaran favores sexuales.
El señalamiento difundido en un noticiario radiofónico, hace casi un año, provocó que el PRDDF presentará una denuncia ante la procuraduría capitalina y que el consejero político Armando Barajas pidiera su expulsión, bajo el argumento de que dañaba la imagen del partido.
Durante casi un año, el tema de la expulsión estuvo congelado. Sin embargo, el mismo Barajas pidió la intervención del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
En respuesta, el 11 de marzo, el organismo emplazó al tricolor a resolver el caso en un lapso de cinco días, plazo que se cumplía este viernes a la medianoche.
El dictamen original proponía absolver a Gutiérrez de la Torre, porque el daño a la imagen del partido no es causal de expulsión, según el artículo 227 de los estatutos del PRI.
Sin embargo, los reclamos de diversos militantes y la renuncia de las presidentas del órgano provocaron que el partido decidiera suspender temporalmente sus derechos como miembro del instituto político, de acuerdo con los resolutivos aprobados por unanimidad por cuatro miembros presentes en la sesión de la Comisión de Justicia Partidaria.
"No se acreditan en el procedimiento sancionador incoado en contra del ciudadano Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre las causales de expulsión a que se refiere el artículo 227 de los estatutos del PRI", indica el documento.
Por lo tanto, el órgano decretó "la extinción de la responsabilidad jurídica" del expresidente del PRIDF.