MÉRIDA.- La tan esperada visita del presidente cubano Raúl Castro a México, desde que asumiera el poder es la isla en 2006, hizo esperar a prensa nacional e internacional por todo un día en Mérida, Yucatán.
Hoy, el hermano del líder de la Revolución Cubana tocará tierras mexicanas entre las 8 y las 10 de la mañana para reunirse con el presidente Enrique Peña Nieto y mediante siete horas de actividades protocolarias cumplir con su objetivo: reforzar la relación comercial entre ambas naciones como símbolo de una nueva era.
El mandatario llegará acompañado de su comitiva, integrada por el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla; el de Comercio Exterior y de Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz; la de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella y la de Industria Alimentaria, María del Carmen Concepción González.
También por el viceministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Sierra Díaz y el Embajador de Cuba en México, Dagoberto Rodríguez Barrera.
Castro será acompañado al Monumento a los Niños Héroes, en el centro de la capital yucateca, donde depositará una ofrenda floral; más tarde, el cubano se trasladará al Palacio de Gobierno, donde habrá una ceremonia de bienvenida en su honor y posteriormente un encuentro privado con Enrique Peña Nieto, donde firmarán acuerdos para incrementar la presencia de ambos países en los ramos de migración, pesca, turismo, educación y cooperación diplomática.
Después, tendrá una reunión con el resto de miembros del gabinete mexicano y cubano.
Luego se trasladará al restaurante La Quinta Monte Molina, cercano al centro histórico, para celebrar una comida en la que también dialogará de la agenda bilateral. Las actividades restastes las decidirá la comitiva cubana y se prevé que concluyan a las cinco de la tarde.
El avión de Castro aterrizará en la base aérea militar número ocho, en las afueras de la ciudad.
Al cierre de esta edición, las calles del centro histórico de Mérida tenían fuerte presencia de militares, en especial a los alrededores del Palacio de Gobierno; sin embargo, las vialidades estaban abiertas y presentaban un fuerte flujo vehicular, sólo con algunas vallas a los costados.
En los hoteles donde se hospedarán ambos mandatarios (Villa Mercedes y Fiesta América) estaban deplegados elementos de la Marina, Policía Federal, militares y miembros del Estado Mayor.