TIJUANA.- Guadalupe Olivas Valencia, quien tenía 46 años e intentó cruzar a Estados Unidos –y que fue deportado por tercera ocasión de la Unión Americana–, se suicidó al arrojarse de un puente vehicular a las afueras de la garita El Chaparral, en Tijuana.
"La persona con este nombre no tenía identificación y era de Los Mochis", dio a conocer el delegado del Instituto Nacional de Migración Rodulfo Figueroa Pacheco.
Poco se sabe de su familia, pero este tipo de casos empiezan a preocupar a las autoridades locales y apuntan la necesidad de que los migrantes tengan atención psicológica cuando sean deportados a nuestro país.
Se arrojó al vacío junto con la bolsa de plástico que las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de la Unión Americana (CBP, por sus siglas en inglés) usan para meter las pertenencias de los detenidos.
Sobre el tema, la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Melba Adriana Olvera, manifestó que es un tema que pega, porque muchas organizaciones han hablado de la importancia de atender de mejor forma a los connacionales que ven frustradas sus ambiciones de una vida mejor.
"Nos duele y nos preocupa. Hemos analizado el escenario a partir de las deportaciones masivas por parte del ejecutivo de Estados Unidos. Este deceso nos viene a recordar que no se está respetando la dignidad en el más amplio de los sentidos".
Dijo que los casos de exclusión hablan de sufrimiento de una familia y de la sociedad por una toma de decisiones que no están sustentadas en derechos humanos. Agregó que van a dar atención a las víctimas para saber si la familia se encuentra en Estados Unidos o en Sinaloa.
El caso fue atendido por el agrupamiento de bomberos y el hombre fue trasladado al Hospital General de esta ciudad en una ambulancia del Grupo Beta, y fue reportado muerto al arribar al nosocomio.
De acuerdo con el director de bomberos, Carlos Gopar Uribe, al hombre se le dio la atención aunque ya no presentaba signos vitales. Dijo que se desconoce la razón que lo motivó a aventarse del puente –aunque testigos señalaron que el hombre gritó que no quería regresar a México–, pero que al caer sufrió un paro cardio-respiratorio.