CIUDAD DE MÉXICO.- La primera intervención que la Policía Federal y el Ejército Mexicano tuvieron en el caso Iguala, fue durante los primeros minutos del 27 de septiembre de 2014, una vez que la agresión a los normalistas de Ayotzinapa se había consumado.
Así lo revelan informes del expediente del caso en poder de El Financiero, en el cual se asegura que la actuación de dichas corporaciones fue en apoyo a un hecho que, de origen, estuvo en manos de la Policía Municipal de Iguala.
En el caso de la Policía Federal, fue una llamada que el policía Erick, despachador del C-4 de Iguala, hizo a la corporación federal en Iguala, pidiendo su intervención para un caso de emergencia.
Según el documento denominado "Puesta a Disposición 050/2014", los elementos de la Policía Federal detallaron la actuación que a partir de esa llamada, recibida a las 00:00 horas del 27 de septiembre, tuvieron.
Las acciones de la corporación federal estuvieron coordinadas por los subinspectores Luis Antonio Dorantes y José Carlos Hernández.
También participaron los oficiales Víctor M. Colmenares, Arturo Gómez, y los suboficiales Marco Antonio Pérez Guzmán, Emanuel Arizpe y Alfonso Ugalde Cámara.
Iban a bordo de cinco unidades de la Policía Federal en las que se dirigieron a la carretera Cuernavaca-Chilpancingo. Llegaron a las 00:45 horas al kilómetro 135+450, donde encontraron los rastros de uno de los tres ataques ocurridos la noche del 26 de septiembre.
"En el kilómetro 136+000 había un autobús de la marca Volvo, serie 3CEJ2X441235002432, color gris con franjas verdes", era el camión del equipo de futbol los Avispones de Chilpancingo, que esa noche había jugado en el centro deportivo de Iguala con el representativo local, a los que ganaron 3 goles a 1".
Detalla que en el lugar fueron encontradas seis personas heridas y dos fallecidas. Estas últimas respondían a los nombres de Blanca Montiel Sánchez, que viajaba en un taxi, y el joven de 14 años David Josué García Evangelista, jugador de los Avispones de Chilpancingo.
En el lugar los federales se encontraron con los integrantes del Ejército, que comenzaron a recorrer la ciudad en busca de "hombres armados que andaban matando gente".
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EL EJÉRCITO SALIÓ A LAS 23:00 HORAS
Los integrantes del Ejército reconocieron en sus informes que pasadas las 19:00 horas (del 26 de septiembre) se enteraron de que los estudiantes de Ayotzinapa estaban tomando autobuses en Iguala.
Detallaron que fue hasta las 23:00 horas, aproximadamente, cuando recibieron la orden de salir a las calles en apoyo a la sociedad civil. Para entonces ya había pasado más de una hora de la agresión.
En la acción militar participaron al menos 36 elementos de la corporación, encabezados por coronel de infantería José Rodríguez Pérez y el capitán segundo de Infantería José Martínez Crespo.
Uno de los militares aseguró que a las 19:19 horas del 26 de septiembre fue informado que alumnos de la escuela de Ayotzinapa habían llegado a Iguala en dos autobuses y le pidieron estar pendiente.
El militar explicó que fue hasta las 23:00 horas cuando el coronel Rodríguez Pérez le pidió que reuniera al personal de la Fuerza de Reacción para que indagar la versión de cuatro personas heridas.
Y en efecto, los propios estudiantes en su declaración reconocieron la presencia de los militares en los hospitales a los que llevaron a los heridos y reconocieron que fueron los propios soldados quienes los auxiliaron para realizar los traslados y llevar a los sobrevivientes a declarar al Ministerio Público.
"Se les dijo que estaban ahí para ayudarles. Se ordenó auxiliar a las personas, proporcionar seguridad física y que se respetaran sus derechos humanos", dijo un militar cuya declaración coincide con las de los normalistas.
A las 02:00 horas, aproximadamente, los militares regresaron al cuartel para informar que "había cuatro personas heridas por disparo de arma de fuego en la cabeza con estado grave de salud".