La muerte de dos hipopótamos con una cría, una jirafa, un rinoceronte blanco y un número indefinido de venados forman parte de la mortandad que se ha disparado en el último año en el Centro de Interpretación y Convivencia con la Naturaleza Yumká, en Villahermosa, Tabasco.
Ambientalistas calculan que han pedido la vida entre 150 y 250 animales en este zoológico, dirigido por Cristel Pérez Arévalo, quien
–designada por el gobernador Arturo Núñez– es señalada como la responsable de que las especies no tengan una buena alimentación, las instalaciones no tengan el mantenimiento y los veterinarios con los que cuenta no tengan la preparación adecuada.
"Los veterinarios que tiene el Yumká no están capacitados en grandes especies, la mayoría de ellos solamente cuentan con la licenciatura básica de médico veterinario", asevera el activista Braulio Ángulo Noriega.
No se conoce el número exacto de los ejemplares muertos, porque, de acuerdo con los miembros del movimiento #YosoyYumka no hay transparencia sobre los nacimientos, decesos y donaciones.
Como un ejemplo de lo que sucede en este zoológico, el ecólogo Juan Ramón Hernández Ugalde interpuso, ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), una denuncia contra el Yumká, por la descarga de aguas negras de los baños, realizada sobre el estanque de los hipopótamos. Los activistas han ingresado solicitudes de atención a este caso con el gobierno del estado y a las instancias correspondientes con pruebas, fotografías, videos y testimonios. Sin embargo, no ha habido respuesta.
De acuerdo con declaraciones del diputado local del verde Federico Madrazo, no es cuestión de recursos, ya que este año a Yumká se le destinaron aproximadamente 35 millones de pesos, de los cuales se han ejercido alrededor de seis.