La pobreza y el deterioro de las condiciones sociales en Chiapas han estado asociadas a la violencia, indica el Índice GLAC.
Los "delitos menores, al no atenderse integralmente han derivado en robos, algunos de ellos con violencia", señala el índice.
Durante los primeros días de marzo destacó el incumplimiento de apoyos por parte de autoridades a las familias damnificadas tras el sismo del 7 de septiembre de 2017, así como la prevalencia de la incidencia de trata de personas, en las que Chiapas se ubicó en primer lugar a nivel nacional.
"Para la siguiente semana (del 12 al 18 de marzo) impactó positivamente la inclusión de la entidad en el proyecto Google Station, iniciativa que busca proveer de Internet inalámbrico gratuito a 56 puntos públicos, en su fase inicial", agrega el índice.
Sin embargo, al inicio de abril" impactaron negativamente los temas relacionados con la CNTE, desplazamiento y protestas de comunidades indígenas, así como el sismo de magnitud 5.8 registrado el 2 de abril y amenazas contra mujeres desplazadas de Chenalhó".
También subraya que sobresalió que habitantes de las regiones de la zona rural no permitieron la entrada a capacitadores electorales del INE, debido a la falta de respuesta a compromisos relacionados con los costos de los recibos de luz y la construcción de la red de agua potable.
Además, "se registró un ataque armado en contra de indígenas tzotziles desplazados, que tuvo como resultado la muerte de un padre de familia y dos menores de edad, por lo que la ONU-DH condenó el suceso y exigió una respuesta integral por parte de las autoridades locales".
En 2017, Chiapas registró una tasa de 95 robos con violencia. En ese año, la tasa media nacional de robo con violencia fue de 150 casos por cada 100 mil habitantes. Asimismo, el 76 por ciento de su población se encontraba en situación de pobreza, mientras que el promedio nacional de la población en situación de pobreza fue de 41 por ciento.
La entidad del sur del país también se ubicó en el lugar 12 del índice GLAC.
En 2015, Chiapas alcanzó su menor nivel de eficiencia del indicador, lo cual implicó una tasa de 102 robos con violencia por cada 100 mil habitantes y un 77 por ciento de la población en situación de pobreza, que ubicó a la entidad en el lugar 24 a nivel nacional.
En 2010, alcanzó su mayor eficiencia al registrar una tasa de 74 robos y un 8o por ciento de la población en situación de pobreza, y se posicionó en el lugar 14.
En cambio, en el mismo año, Nayarit fue la mejor entidad con una tasa de 9.88 robos y 38 por ciento de su población en situación de pobreza.
Mientras que Tabasco se posicionó en último lugar con una tasa de 429.19 robos y un 49 por ciento de la población en situación de pobreza.