OAXACA.- Alejandro Murat, virtual gobernador electo de Oaxaca, recibirá el estado de manos de Gabino Cué con una deuda que, al cierre de 2015, asciende a 13 mil 175 millones de pesos.
Ese monto es 24 veces la deuda con la que su padre, José Murat Casab, dejó en 2004, al concluir la gestión que inició en 1998.
Ulises Ruiz Ortiz, el sucesor de Murat padre, dejó a los oaxaqueños con una deuda ocho veces mayor (4 mil 615 millones de pesos) al concluir su mandato.
Hasta el año pasado, la deuda de Oaxaca representó 81.2 por ciento de las participaciones federales, cifra muy superior al 9.3 por ciento que se tenía en 2004.
Al concluir 2015 la deuda de los oaxaqueños representó 4.8 por ciento del Producto Interno Bruto estatal, contra el 0.4 por ciento de 2004, año en que Murat Casab dejó la gubernatura.
Pero el nivel de endeudamiento del estado no es el único problema que enfrentará el exdirector del Infonavit.
El estado que gobernará –si así lo confirma el Tribunal Electoral– a partir del 1 de diciembre, presenta rezagos que administraciones anteriores, incluida la de Murat Casab, no han abatido, particularmente en materia educativa, económica y de salud.
Al comparar los indicadores de los censos 2000 y 2010 levantados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), es posible concluir que el nivel de analfabetismo de la entidad ha oscilado entre 11.9 y 13 por ciento del total de su población, cuando la media nacional es de 5.5 por ciento.
El Inegi también da cuenta de que en el estado, el grado promedio de escolaridad de la población oaxaqueña de más de 15 años es de 7.5 grados, "lo que equivale a poco más de primer año de secundaria".
La media nacional es de 9.1 grados, "lo que significa un poco más de la secundaria concluida".
Además, aunque ha mejorado la cobertura en materia de salud, aún alrededor de la mitad de la población (que hoy es de 3.8 millones) no tiene acceso a servicios médicos.
En 2000, el censo reportaba 778 mil 654 derechohabientes en el estado, 10 años después ya existían 2 millones 129 mil oaxaqueños con acceso a servicios de salud, pero la universalización de la atención aún no era una realidad.
Líderes sindicales, personal médico y los propios beneficiarios dan cuenta de falta de recursos, infraestructura y personal médico para atender a toda la población.
En materia de ocupación laboral, las cosas tampoco van bien para el estado. Las cifras del censo levantado por el Inegi en 2000 reportaban un millón 66 mil 558 personas ocupadas; 10 años más tarde, la población ocupada se ubica en un millón 298 mil 316 personas.
El propio Murat reconoció en entrevista con El Financiero que "Oaxaca está en último lugar en todo" y que deberá trabajar para mejorar las condiciones de vida.
POBREZA INDÍGENA
Además, gran parte de la población oaxaqueña que vive en la pobreza es indígena. En el estado, 32 de cada 100 habitantes hablan alguna lengua indígena. A nivel nacional, siete de cada 100 personas hablan una lengua indígena.
A nivel político, el estado aún cuenta con más de 400 municipios cuyas autoridades se rigen por el sistema de usos y costumbres. Esto ha provocado que en ayuntamientos que sí eligen gobernantes por el sistema de partidos, quienes se oponen a ello impidan las votaciones, quemen urnas o retengan funcionarios de casilla.
Incluso, la contribución de Oaxaca a la riqueza nacional es limitada. Su contribución al Producto Interno Bruto es de apenas 1.6 por ciento, mientras que entidades como Nuevo León aportan 7.3 por ciento.