El papa Francisco se refirió ayer a los problemas que enfrenta México.
En la misa realizada en el Centro de Estudios de Ecatepec criticó el dolor que generan los altos niveles de delincuencia. Además, convocó a México a ser "una tierra que no tenga que llorar a hombres y mujeres, a jóvenes y niños que terminan destruidos en las manos de traficantes de la muerte".
También pidió trabajar y crear una tierra de oportunidades "donde no haya necesidad de emigrar para soñar; donde no haya necesidad de ser explotado para trabajar; donde no haya necesidad de hacer de la desesperación y la pobreza de muchos el oportunismo de unos pocos".
Unos 11.7 millones de inmigrantes mexicanos residían sólo en Estados Unidos en 2014, de acuerdo con cifras del Centro de Estudios Migratorios (CIS, por sus siglas en inglés), una organización pro migrante en la nación vecina.
El miércoles, el papa estará en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde rezará en la frontera con Estados Unidos.
Durante su homilía en Ecatepec, el segundo municipio más poblado del país, el papa Francisco, alertó a los mexicanos contra "el padre de la mentira, que es aquel que busca separarnos, generando una sociedad dividida, enfrentada. Una sociedad de pocos y para pocos".
El jerarca de la Iglesia católica advirtió también contra tres tentaciones: la riqueza, el orgullo y la vanidad.
Este lunes, el pontífice viajará al estado de Chiapas y volverá a la Ciudad de México para pernoctar en la nunciatura apostólica.