CIUDAD DE MÉXICO.- El costo de la construcción del Tren Interurbano México-Toluca, que debió concluir en diciembre de 2017, se elevó 55 por ciento en cinco años, informó el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).
Al presentar la investigación Ineficiencia y riesgos de corrupción en obra pública, el instituto encontró que el proyecto que fue presupuestado en 38 mil millones de pesos, hasta ahora su costo ascendió a 59 mil millones de pesos.
"Preguntamos varias veces a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes al día de hoy cuánto han ejercido, y no hay respuesta de este tema. La referencia que tenemos de los 59 mil millones de pesos es lo que tiene presupuestado para este año; es decir, lo que ya sabemos es que va a costar por lo menos 20 mil millones más", dijo Max Kaiser, director anticorrupción del IMCO.
Tras el análisis, se encontró que la SCT presupuestó 38 mil millones de pesos y en su estudio de costo-beneficio, estableció que un incremento mayor a 25 por ciento del costo original significaba que el proyecto ya no fuera "socialmente rentable".
Kaiser detalló que especialistas del Colegio de Ingenieros consideraron que como va la obra, sobre todo por los problemas legales que hay sobre los derechos de vía, la construcción no va terminar este año, lo que anticipa que el costo se seguirá elevando.
Afirmó que uno de los principales problemas es que el proyecto se lanzó sin tener el terreno completo para construirlo, por lo cual se tuvieron que hacer adecuaciones al trazo.
En ese sentido, Ana Thais Martínez, investigadora del IMCO, señaló que el 2 por ciento del presupuesto se está destinando a servicios legales, de contabilidad y auditoría por los problemas que ha tenido al no tener el derecho de vía en toda la extensión del proyecto.
Además del incremento en el costo, el IMCO encontró que existe falta de información y transparencia por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que no entregó los contratos de este proyecto.
Asimismo denunció que hay una planeación incompleta pues no existe algún mapa georreferenciado que muestre el trazo final que seguirá la obra y no se comprueba que la construcción sea socialmente rentable.