MÉRIDA.- A pesar de ser Yucatán un estado con un alto índice de suicidios, la atención en salud mental registra un rezago importante en el servicio, ante la falta de recursos asignados, de una legislación en la materia y de políticas públicas para su atención adecuada.
El especialista en psiquiatría y exdirector de Hospital Psiquiátrico de Yucatán, Arsenio Rosado Franco sostuvo que en el estado el 12 por ciento de la población presenta algún tipo de problema mental y una de tres personas requerirá atención especializada en alguna etapa de su vida.
Sin embargo, las políticas públicas de atención a este tipo de enfermedades presentan una deuda histórica con la sociedad yucateca a consecuencia del insuficiente presupuesto que se le otorga anualmente, asentó.
Rosado Franco señaló la falta de una política pública correcta para atender este problema de salud en la entidad, pues todo se realiza de manera improvisada y sin un programa eficiente de prevención.
Además, las instituciones de salud no cuentan con registros precisos de los casos que se presentan, ni tampoco existe en la entidad un trabajo de investigación para detectar los indicadores y mantenerlos actualizados, pero sobre todo para otorgar la atención completa a este tipo de enfermedades, refirió.
Tan sólo en 2016 se registraron en Yucatán 220 casos de suicidio, cifra que mostró un incremento del 20 por ciento respecto al 2015 cuando se cuantificaron 190 muertes.
La atención de las personas con conflictos emocionales y potenciales suicidas, se concentra en una institución médica que ya es obsoleta, por eso se sugiere que haya una legislación que aborde, en serio y de manera concreta.
Y a pesar de que estos indicadores revelan que el estado ha ocupado históricamente los primeros lugares nacionales en casos de suicidio, no se tiene planeación ni se da seguimiento a los programas de largo plazo, pues en cada administración estatal, casa seis años, se modifican y se corta el avance rompen con los avances realizados previamente.
Esta situación, señaló, deja al descubierto la falta voluntad política y de presupuesto para atender un problema de salud que afecta a la sociedad en Yucatán, ya que entre las deficiencias que se tiene en la materia se cuenta con un hospital psiquiátrico que lleva un modelo de atención que no logra cubrir los requerimientos, pues no cuenta ni con la infraestructura apropiada ni con los recursos suficientes.