Entiendo el optimismo desbordante ante la llegada de López Obrador a la presidencia, su campaña estuvo basada en una serie de promesas de reivindicación a quienes menos tienen, en un país en donde sus gobiernos han sido incapaces de aliviar la pobreza.
Pero, tengamos cautela en las decisiones en materia de finanzas personales y de negocios, el mandato no ha iniciado y además de las medidas específicas habrá de vigilarse la implementación.
Valga la comparación, es como un cirujano que hará una intervención, el resultado está en función de la pericia y las condiciones en la cual se realice. Lo mismo sucede a la hora de aplicar alguna estrategia en el ámbito económico.
Existen cinco aspectos a considerar en el detalle fino, más allá de las grandes propuestas, tales como descentralizar al gobierno federal, cambiar la reforma energética o cancelar las obras del aeropuerto de la Ciudad de México, etcétera.
1.- Los cómos: Los críticos han señalado este elemento porque implica definir los recursos necesarios con un presupuesto comprometido y con enormes complicaciones.
En la instrumentación se establecen reglas de operación prácticas que deben analizarse.
2.- Los tiempos: Desconocemos en qué momento se cubrirán las promesas. Es imprescindible ponerlas en un lapso determinado, pues es diferente proponérselo a lo largo de todo un sexenio que hacerlo de manera exprés.
3.- Las dosis: Es decir, el grado con el cual se profundizarán las medidas. No es igual, por ejemplo, "revisar" las asignaciones de la reforma energética a "suspenderlas". En este sentido, hay muchos matices que habrá de esperar.
4.- La coyuntura: En lenguaje coloquial, en ocasiones, "el horno no está para bollos" y las circunstancias por las que pase el país intervienen en el resultado. Esto, desde una perspectiva política, económica y social.
5.- La comunicación y negociación: Es un punto despreciado con regularidad, pero crucial para el alcance de los objetivos. Tiene relación con la aceptación o rechazo de los grupos de interés y de ahí depende una buena parte de las secuelas.
Habrá de cuidarse que las consecuencias sean positivas en el corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, estemos conscientes que siempre hay ganadores y perdedores en las decisiones de política pública. La pregunta es cómo salimos afectados.
La forma de aplicar las medidas hace la diferencia y siguiendo la analogía de la operación médica veremos si es de carnicero o cirujano.