Mis Finanzas

¿Cómo protejo a mi familia financieramente?

La estabilidad financiera de las familias se da cuando el día a día está solventado, mientras que la tranquilidad de mediano y largo plazos es alcanzada con la previsión y la comunicación.

El estereotipo de bienestar familiar es cubrir los requerimientos económicos de los integrantes. Sin embargo, hay otros aspectos a considerar, como la estabilidad y propiciar un futuro lo más predecible posible. ¿Cómo lograrlo?

1.- El primer reto, como en una compañía, es cumplir con el flujo de efectivo, porque eso significa la operación diaria.

El dilema frecuente es desconocer hasta dónde extender el gasto sin afectar la viabilidad de largo plazo. Por eso la relevancia del presupuesto, pues de otra manera vamos a ciegas. La idea es que la holgura o el control tengan sentido y lógica en función de una estrategia de cuánto se desea ahorrar. El riesgo, de no hacerlo, es sobrepasarse con las compras o tener a todos demasiado cortos sin necesidad.

En este entorno, es fundamental cubrir las contingencias cotidianas y para ello debe fijarse una cantidad mínima de dinero disponible de forma inmediata, en caso de ser requerido.

2.- ¿Qué pasaría si muero? Es una pregunta que llega a generar angustia a la familia y para contenerla están presentes tres elementos básicos: el patrimonio, los seguros y el testamento.

El primero es producto del ahorro, el segundo de la cobertura y el tercero para que los recursos se apliquen donde sea conveniente.

Al pasar los años la mezcla de estos aspectos se redefine, dependiendo del nivel socioeconómico, las responsabilidades y la edad de los miembros.

Por ejemplo, es diferente el enfoque entre unos papás sin hijos, a quienes los tienen en la universidad o los que ya están independizados.

3.- También está la previsión de mediano plazo. Respecto a la salud habrá de procurarse a través de la afiliación a un sistema de seguridad social o la compra de un seguro de gastos médicos mayores. Ningún patrimonio aguanta una enfermedad catastrófica.

Otro objetivo común es dar la confianza de que podrá ofrecerse una educación privada, para lo cual lo recomendable es adquirir un seguro escolar cuando los hijos son pequeños; así la carga se distribuye en el tiempo y la eventualidad de un fallecimiento es soportada.

4.- No todos son pesos y centavos, hay una protección siendo congruentes con las decisiones y el ejemplo. Ya he comentado en este espacio que la familia puede funcionar como si fuera el consejo de administración de un negocio, en donde las decisiones importantes son comunicadas y discutidas, aún cuando la resolución final dependa de los padres.

Al hablar de estabilidad, me refiero a la certeza de que el día a día está solventado, mientras que la tranquilidad de mediano y largo plazos es alcanzada con la previsión y la comunicación.

Alberto Tovar

Alberto Tovar

Economista, especializado en negocios y finanzas personales; certificado como coach de vida y equipos. Actualmente es el Director Regional de la Zona Norte de El Financiero. Ofrece conferencias, consultoría y coaching a organizaciones diversas.

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