En principio, bajo la decisión del nuevo gobierno ya se perfila que el "programa 65 y más" será ahora a partir de los 68 años, además recientemente, el futuro subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda, Gerardo Esquivel, afirmó que analizan una reforma a las pensiones con un mayor número de años, que se haría en la segunda parte de la administración.
La postura del próximo mandato tiene sustento en las recomendaciones de la OCDE. En 2015 reseñé en este espacio la argumentación de dicha organización respecto a qué se debería modificar del sistema de pensiones de México.
Las razones son contundentes, de inicio, el ahorro por medio de las Afore será insuficiente para obtener una pensión digna, y en términos financieros es insostenible para el IMSS el modelo anterior a 1997.
De los puntos que más duele a los afectados sería elevar la edad de la pensión, revisar la opción de retirarse con el viejo esquema de la ley de 1970, aumentar las aportaciones para tal fin, y reducir el tope de jubilación de 25 a 10 salarios mínimos, lo cual implicaría que el recurso recibido por quienes ganen percepciones altas sea significativamente menor.
La Consar también ha insistido a través de sus investigaciones, recalcando que el ahorro no será suficiente y que es necesario hacerlo de manera complementaria.
La pregunta es si López Obrador tendrá la osadía de aventarse esa transformación que afecta dramáticamente al grueso de la población, sobre todo al ser un presidente emanado del clamor popular de reivindicación social.
Tiene lógica lo que dice el futuro subsecretario en el sentido de que sería hasta la segunda mitad del mandato, porque de arranque podría generar grandes manifestaciones de inconformidad. Tan sólo volteemos a España y Rusia, donde hace poco tiempo hubo cambios en la ley de pensiones y se han provocado movimientos de protesta masivos.
En el terreno personal tomémoslo con cuidado, sería difícil que la disposición fuera retroactiva. Sin embargo, quienes están cerca de jubilarse podrían no querer arriesgarse y esperar hasta los 65 años, y podrían sentirse presionados a hacerlo de forma prematura, con tal de asegurarse de recibir el recurso con un tope mayor.
La moneda está en el aire y cada uno habrá de hacer sus apuestas porque aún hay muchas dudas pendientes de resolver respecto a una posible reforma de pensiones en el próximo gobierno y los detalles finos como la edad de jubilación, a partir de cuándo se aplicaría, los montos de retiro, aportaciones, etcétera. Haciendo la analogía con esta temporada de ciclones…. Se ven las nubes muy negras en el firmamento… preparémonos.
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