El tema de la constitución moral que López Obrador puso en la agenda durante el proceso electoral ha generado reacciones encontradas. El término da para mucho qué discutir, pero sus posibles contenidos o alcances aún no se han especificado, razón por la que hasta ahora la discusión se basa en lo que cada quién imagina. Aun así, la idea en abstracto generó un apoyo mayoritario en una encuesta que publicó este diario el pasado 7 de marzo: el 73 por ciento de los entrevistados apoyaba la idea de que México sí necesita una constitución moral.
Para ir examinando el tema más a fondo, recurrimos ahora a una encuesta nacional que revela cómo son las preferencias ciudadanas ante los posibles contenidos de una "constitución moral". La encuesta del Proyecto Comparativo de Elecciones Nacionales (CNEP, por sus siglas en inglés), realizada en México en el mes de julio, contiene una batería de preguntas sobre valores, que puede resultar muy útil para estos propósitos.
Una de esas preguntas dice así: "Le voy a leer dos frases, dígame con cuál de ellas está usted más de acuerdo: 'Nuestras creencias religiosas deben servir como base para las leyes en nuestro país' o 'Ningún conjunto de creencias religiosas debería imponerse en nuestro país'". Para registrar las respuestas se empleó una escala del 1 al 10, pero para simplificar, las reagrupé en tres categorías: la actitud conservadora, que está de acuerdo con que las creencias religiosas sirvan como base para la ley (del 1 al 4), la actitud liberal, que rechaza la imposición de creencias religiosas (del 7 al 10) y la postura neutral o intermedia, por no decir moderada (5 y 6).
Según la encuesta, la actitud conservadora representa el 23 por ciento de los entrevistados; esto significa casi una cuarta parte de la población adulta en el país. En contraste, la postura liberal suma 56 por ciento, un porcentaje mayoritario de rechazo a la imposición de creencias religiosas en la ley. La postura intermedia suma el 21 por ciento restante.
El rechazo a las leyes basadas en creencias religiosas es mayoritario en México, pero esto no quiere decir que los mexicanos no den importancia a la religión o que no haya mayorías conservadoras en ciertos temas. Según la encuesta, 82 por ciento dijo ser católico y 8 por ciento miembro de algún otro grupo religioso, mientras que 10 por ciento se describió como ateo o sin religión. Además, el 49 por ciento asiste a servicios religiosos con cierta regularidad. El rechazo a leyes con base religiosa tiene que ver con algún otro aspecto que no es necesariamente la religión, acaso una cultura laica predominante.
Según la encuesta, la actitud conservadora es más común entre los mexicanos de mayor edad, con menor escolaridad, y que viven en zonas rurales. El México más tradicional. No obstante, aun en esos grupos demográficos, la postura liberal es tan numerosa o más que la conservadora, por lo menos con esta pregunta.
Entre los datos más interesantes de la encuesta CNEP están las preferencias de los votantes de López Obrador: De todos los que votaron por el morenista, el 57 por ciento prefiere la postura de rechazo a la imposición de creencias religiosas o morales, mientras que el 24 por ciento de los votantes del morenista sí apoya las leyes con bases religiosas. Según estos datos, no parece haber un mandato moral en el triunfo del morenista, más allá de una preferencia minoritaria que gusta de la idea. Aun así, y como dije anteriormente, habrá que revisar los contenidos específicos que se pongan a discusión, ya que hasta hoy la constitución moral es tan sólo una idea abstracta que echa a volar la imaginación.