Las Encuestas

Esa luna de miel, ni Obama

Alejandro Moreno escribe que aún los más perjudicados aprueban mayoritariamente el trabajo que está haciendo López Obrador contra el robo de gasolina.

La serie de encuestas sobre aprobación presidencial que publicó El Financiero el lunes 14 de enero, ilustra con claridad que, a mes y medio de haber tomado posesión, el presidente López Obrador está en plena luna de miel con la ciudadanía. Según la encuesta más reciente, concluida el 11 de enero, el 76 por ciento de los consultados dijo aprobar el trabajo que está haciendo el mandatario, frente a un 22 por ciento que lo desaprueba.

La 'luna de miel', o honeymoon period, como le han llamado en Estados Unidos, se refiere a los altos niveles de apoyo popular otorgados a un presidente al inicio de su gobierno, apoyo que se registra aún entre los simpatizantes de partidos distintos al suyo. Según la encuesta de El Financiero, la aprobación a López Obrador entre los entrevistados que se autoidentifican como morenistas, alcanza 93 por ciento, 17 puntos por arriba del promedio nacional. Como sería de esperarse, el apoyo entre los seguidores de otros partidos es menor, pero aún entre ellos, el presidente cuenta con un porcentaje mayoritario de aprobación: 67 por ciento entre perredistas, 64 por ciento entre panistas, 62 por ciento entre priistas y 71 por ciento entre los apartidistas, que representan el grupo más numeroso de todos. En su luna de miel, la popularidad de AMLO cruza sin problema las líneas partidarias.

Además de permitirnos ver estos desgloses por subgrupos, las encuestas de El Financiero también han registrado variaciones en la popularidad de AMLO, que valen la pena comentar. Las variaciones han sido tanto al alza, llegando hasta 82 por ciento unos días antes de Navidad, como a la baja, perdiendo 12 puntos para ubicarse en 70 por ciento, luego de que el presidente decidiera no asistir al funeral de la fallecida gobernadora de Puebla, la panista Martha Erika Alonso, y de su esposo, el exgobernador y senador blanquiazul, Rafael Moreno Valle. López Obrador atribuyó su decisión al ambiente "mezquino", pero en ese caso sus descalificaciones no parecen haber generado simpatías: una pérdida de 12 puntos no es cosa menor y refleja que la popularidad del presidente es sensible a los eventos y a sus propias acciones y declaraciones. Quienes más le pasaron la factura fueron los apartidistas, entre los cuales se registró una baja de 16 puntos en la aprobación.

Pero la caída en popularidad se revirtió luego de lanzar el combate contra el robo de combustibles. Además de beneficiarse de un periodo de luna de miel, la popularidad de AMLO parece haber generado simpatías adicionales debido a su política contra el huachicoleo, un efecto rally round the flag, como se le ha denominado a los incrementos en popularidad en momentos de contingencia o crisis. El efecto rally se evidencia en que, si bien el esfuerzo por combatir el robo de combustibles trajo consigo un desabasto de gasolina (la medicina amarga en contra de la enfermedad), aún los más afectados por el desabasto han expresado un apoyo mayoritario al presidente: según la encuesta, la aprobación alcanza 82 por ciento entre quienes dicen que el desabasto no les ha perjudicado en nada, 73 por ciento entre los que dicen que les ha perjudicado poco o algo, y 52 por ciento entre quienes reportan que les ha perjudicado mucho.

Entre más se ha resentido la afectación por el desabasto, la aprobación al presidente es menor, pero aún los más perjudicados aprueban mayoritariamente el trabajo que está haciendo López Obrador.

La pregunta que algunos se plantean es cuánto durará la luna de miel del presidente, pero eso es algo que no se puede saber. AMLO cuenta con un importante capital político y puede darse el lujo de apostar un poco. La caída de 12 puntos en diciembre podría ser enorme si los niveles de popularidad fueran menores, pero resulta casi imperceptible cuando se sustraen de una aprobación que llegó a 82 por ciento. Esa luna de miel no la tuvo ni Obama.

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