Desde San Lázaro

Pierde Brugada, nuevamente

De ganar Clara Brugada la elección del 2 de junio, veremos un gabinete conformado por lo más radical de los puros de Morena y ello de suyo habla de un gobierno autoritario.

Entre acusaciones para ver quién es más corrupto, incompetente y mentiroso se desarrolló el segundo debate entre los aspirantes a la jefatura de gobierno de la CDMX, ya que mientras Clara Brugada aseveraba que los panistas son más corruptos; Santiago Taboada hacía lo propio con la exalcaldesa de Iztapalapa, lo que resultó una embarradera de lodo y estiércol.

Lo cierto es que tanto Brugada como Taboada ya fueron probados en el arte de gobernar y ambos con sus claroscuros tuvieron una gestión aceptable, sin embargo, el nivel de satisfacción de los habitantes de Benito Juárez no se compara con el que tienen los de Iztapalapa, sobre todo en temas de seguridad pública, abastecimiento de agua potable y en general calidad de vida; entonces, considerando estos indicadores y otros tantos más, Santiago Taboada tiene más méritos que su opositora.

Otro tema a considerar es que de ganar Clara Brugada la elección del 2 de junio, veremos un gabinete conformado por lo más radical de los puros de Morena y ello de suyo habla de un gobierno autoritario, tal como lo refleja ahora Martí Batres y compañía, quienes usan todos los medios a su alcance, sean legales o no, el fin justifica los medios, para impedir que la oposición gane la capital del país.

El apotegma de una “ciudad de libertades” es igual de falso que “primero los pobres”, ya que en los hechos, resulta que el gobierno morenista ha sido más represor que los duros del priismo radical y de la derecha conservadora.

La invención de un cártel inmobiliario conformado por panistas de cepa y comandados por el propio Santiago Taboada, ejemplifica cómo desde los entretelones del poder, Martí Batres y Ernestina Godoy, entre otros, avalados por el presidente de México, diseñaron toda la estrategia de descrédito para evitar que los panistas tuvieran la posibilidad de gobernar la CDMX, sin embargo, se les volteó el asunto a tal nivel que están en la víspera de los comicios, de que los chilangos les den una patada en el trasero.

Tan solo hay que recordar la forma en que irrumpió Clara Brugada para hacerse de la candidatura de Morena y rémoras, dejando en el camino a Omar García Harfuch, quien ganó en todas las encuestas por un notable margen. Este agandalle contra el exjefe de la policía capitalina en tiempos de Claudia Sheinbaum cuando era jefa del gobierno, pinta de cuerpo entero cómo se las gastan esos trogloditas de la política con disfraz de demócratas, pero que en el fondo suybace el rencor, el resentimiento y el ADN del totalitarismo.

Si llegara a ganar Clara Brugada la elección del 2 de junio, representaría la continuidad del régimen del tolete y la regresión al nulo respeto de los derechos humanos que era una constante en tiempos del avasallante priismo.

Basta ver cómo en los debates la candidata de izquierda pierde los estribos y deja entrever su talante totalitario, ante cualquier cuestionamiento que ponga en entredicho su supuesta honorabilidad o las cifras alegres y mentiras que sueltan sin algún resquemor.

Promete y promete y miente con todos los dientes, pensando que los capitalinos son ignorantes o amnésicos, sin embargo, esta altanería cobrará factura en las urnas con la alternancia en el poder para sacar a Morena de la jefatura de gobierno.

En el debate vimos que por mucho que se entrenen para salir airosos, sobre todo ante cualquier ataque del opositor, permea esa soberbia y ese desdén contra los adversarios políticos y ello no lo pudo ocultar la candidata de la coalición Juntos Haremos Historia, conformada por Morena, PT y PVEM, como tampoco pudo disimular su ira ante los cuestionamientos de corrupción, de negligencia y de ineptitud.

Buena parte de la lista de propuestas de Brugada en el segundo debate, son más falsas que un billete de 350 pesos, ya que en la práctica el mismo AMLO hizo todo lo contrario para cristalizarlas, como por ejemplo, ser el gobierno más trasparente, menos corrupto y con más capacidades para enfrentar la crisis hídrica.

En la más reciente encuesta de EL FINANCIERO se da cuenta del empate técnico que prevalece entre Taboada y Brugada, ya que los siete puntos que se conceden a la exalcaldesa están en el margen de error y en esos ciudadanos que no quieren revelar la auténtica intención de su voto.

Conociendo cómo se las gastan Martí Batres y sus compinches, no dude estimado lector que en este último tramo que les queda como autoridad, buscarán por la vía judicial o por las malas descarrilar a Santiago Taboada, por lo que hay que estar muy atentos a esos coletazos del autoritarismo y del agandalle.

El respeto a la voluntad popular, al voto mayoritario, sabemos es obligación de las autoridades electorales cuidar, sin embargo, la sociedad en su conjunto debe esforzarse para fortalecer a la incipiente democracia mexicana que tantas vidas ha dejado en el camino desde tiempos de la Revolución, con una actitud proactiva, exigente y participativa en preservar el Estado de derecho y el pleno ejercicio de las libertades.

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