Ricardo Anaya no sólo perdió la Presidencia de la República, sino que también arrastró al PAN hacia la debacle. Sin embargo, esto no es suficiente para él y sus huestes, ya que ha decidido mantener el control de lo que queda en el blanquiazul.
Así es, el llamado Joven Maravilla, luego de rumiar su derrota alejado de los reflectores, decidió salir a la luz para darle la puntilla al PAN con la idea de mantener el control de ese partido a través de su títere Marko Cortés; para ello ya estableció la hoja de ruta para que en el proceso de renovación de la actual dirigencia sea el aún diputado quien se quede al frente de la otrora poderosa organización partidista. Esta decisión causará la ruptura en el seno del partido y con ello una contienda fratricida.
Ricardo Anaya, a sus 39 años, es un joven viejo prematuramente jubilado, ya que por sus agandalles, traiciones y ambiciones, lo convirtieron en un político en desuso, por lo que ya sólo aspira a mantener posiciones en el PAN y tal vez ocupar una posición de medio pelo en el futuro.
La conclusión más importante del Consejo Nacional del PAN, celebrada el fin de semana, fue la conformación de la Comisión Electoral, conformada por siete integrantes y que encabezará Cecilia Romero, personaje cercano a Anaya, aunque algunos despistados la ubican cerca de Margarita Zavala, por lo que cualquier viso democrático que pidiera darse en el PAN quedó cancelado.
Lo cierto es que todo está listo para que los anayistas continúen manejando el partido, no obstante que los opositores a ese proyecto estén operando para que suceda otra cosa, como Rafael Moreno Valle, Roberto Gil Zuarth, Héctor Larios, Miguel Márquez y hasta Jorge Luis Preciado, quienes sin duda tienen mayores méritos y militancia probada que el propio Marko Cortés.
El matrimonio Calderón-Zavala estaba a la espera de lo que resultara de la reunión del Consejo Nacional para tomar una decisión trascendente, como la creación de un nuevo partido político.
Si consideramos que Margarita Zavala después de obtener cerca de 900 mil firmas de apoyo para su candidatura independiente y si hubiera seguido en la contienda presidencial seguro estuviera en un rango entre el 3.0 y 5.0 por ciento de los votos emitidos –es decir, más de tres millones de sufragios– sobradamente tendría el apoyo suficiente para tener los adeptos necesarios para conformar una nueva fuerza política.
Por lo anterior, en las próximas semanas la señora Zavala anunciará lo que ya es un secreto a voces, la creación de un nuevo partido político con una plataforma ideológica parecida a la de Acción Nacional.
El sistema de ingreso de nuevos partidos políticos a los procesos electorales es sexenal, esto significa, que debe existir previa convocatoria de la autoridad electoral en ese periodo para iniciar los trámites de registro, al tiempo de la celebración de las asambleas, por lo menos en 20 entidades federativas o en 200 distritos electorales, en presencia de funcionarios del INE. A dichas asambleas deben asistir tres mil personas. La suma de esas asambleas no debe ser inferior al 0.26 por ciento del padrón electoral. Además, se tiene que cumplir con toda una serie de requisitos en cuanto a estatutos, declaración de principios, programa de acción y lista nominal de afiliados, así como las actas de las asambleas.
Así las cosas, mientras unos se aprestan a librar la madre de todas las batallas en el PAN, otros ni sufren ni se acongojan, sólo se organizan y trabajan para abrir otra opción política a los ciudadanos en el país.