Análisis sin Fronteras

La pesadilla de Peña

¿Por qué Peña Nieto le está apostando a que el siguiente presidente de México sea López Obrador? Porque su peor pesadilla, por las consecuencias, sería que por tercera vez perdiera.

Ayer en la tarde, faltando días para las elecciones, Andrés Manuel López Obrador lanza un tuit sorprendentemente agresivo en contra del presidente Enrique Peña Nieto y el expresidente Carlos Salinas:

"La serie del populismo en contra nuestra será exhibida por Amazon. Costó 100 millones de pesos y daban 100 más para difundirla. Aquí las televisoras no se prestaron a la guerra sucia. Es obra de Alejandro Quintero, empleado de Carlos Salinas y EPN. Si necesitas un Tafil, llégale".

Más allá de que una serie (que se transmite por una plataforma nueva en México y con pocos suscriptores) pueda o no cambiar el parecer del elector, hay que preguntarnos: ¿Pos que no había ya un acuerdo y que las encuestas le dan más de 30 puntos? Y eso de sugerir tomar Tafil suena más trumpiano y menos como el AMLO que durante la campaña había sido cuidadoso con las palabras y con un mensaje amoroso y de esperanza, especialmente para aquellos funcionarios que prometió no perseguir por actos de corrupción.

¿Qué pasó?

Es fácil imaginar que, con el objetivo del supuesto acuerdo, el presidente Enrique Peña Nieto estaría buscando cambiar la forma en que los libros de textos van a describir su mandato: como uno de los presidentes con los índices más bajos de aprobación y cuestionado por corrupción e incapacidad, o será que la historia lo recordará como el presidente de la transición, el que se aseguró de que llegara al poder, sin violencia o conflicto, un presidente de izquierda: Andrés Manuel López Obrador. ¿Enrique Peña será recordado como un Ernesto Zedillo?

Por eso, lo peor para el presidente Peña Nieto sería que el 1 de julio no se declarara la victoria de AMLO. Porque, según las amenazas que ya han vertido algunos representantes de Andrés Manuel, es posible que el "tigre" o el "diablo" aparecerían en forma de violencia y protestas. Y la pesadilla para Peña sería que por tercera vez López Obrador perdiera, pues la historia probablemente reflejaría una violencia y un Estado de ingobernabilidad por lo que resta de su mandato donde, por más que explicara a los seguidores de Morena y a los historiadores, nadie le creería que todos los encuestadores estaban equivocados y que no se 'robaron las elecciones'.

Con este escenario, uno entiende por qué el presidente Enrique Peña Nieto le está apostando a que el siguiente presidente de México sea López Obrador. La posibilidad de que haya un acuerdo entre el presidente y AMLO obviamente tiene que ser ofensivo para las personas que van a votar por él y por Morena, porque sería no reconocer la furia, el 'enojo social' y la desesperación que sienten estos electores ante el fracaso que fue el sexenio peñista. ¿Cómo será posible que la historia recuerde a Peña por salir a felicitar a Andrés Manuel a las 11 de la noche del 1 de julio?

Más allá de lo que digan las encuestadoras y los pronosticadores, creo que hay que salir a votar con una mente crítica ante lo que estamos decidiendo en la boleta electoral y a quién le estamos dando nuestro voto, no sólo para la presidencia, sino para las elecciones estatales, locales y legislativas. Hace casi una década publique el Manual de liderazgo, para no ser un líder jurásico, donde sugiero algunas consideraciones antes de votar. Son "preguntas que reflejan la percepción de la confiabilidad y honradez del candidato". Aquí les va:

¿A cuál de los candidat@s le comprarías un carro usado?

Si México fuera un buque a punto de estrellarse contra un iceberg, ¿cuál candidat@ quisieras que fuera el capitán del barco?

Uno de tus hij@s te comunica: Me voy a casar con el hij@ de un candidato a un cargo de elección popular. ¿Cuál de los candidatos preferirías que fuera tu consuegr@?

¿Qué candidat@ te inspira suficiente confianza en sus habilidades, al punto de que estarías dispuesto a hacer negocios con él o ella?

Llegas al hospital porque te acaba de dar un infarto. Entre la neblina de tu inconsciencia, ¿a cuál de los candidat@s o líderes sociales quisieras como médico?

¿Cuál de ellos o ellas quisieras que fuera el profesor de sexto año de tus hijos?

Si estuvieras a punto de morir y tuvieras que dejar a un hijo menor bajo la tutela de uno de los candidat@s, ¿a cuál se lo dejarías?

Hay que votar exigiendo a los candidatos credibilidad y confianza de que ejercerá su cargo con responsabilidad y pensando en el bienestar de México y mexican@s. ¿Es mucho pedir?

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