Benito Solis

¿Se acerca la tormenta perfecta?

El columnista destaca los eventos externos que presagian una tormenta para la economía del país.

Se están presentando diversos eventos que presagian la posibilidad de que se forme una "Tormenta Perfecta" que impactaría sobre la economía nacional en los próximos años. Preverlo y tomar las medidas correspondientes para evitarlo, o para reducir sus costos en la sociedad, son decisiones que se deben tomar en estos momentos.

Un buen ejemplo de decisiones correctas fue lo hecho en México durante la Crisis Global que hubo en 2008, en la cual quebraron sistemas bancarios completos en diferentes naciones, mientras que aquí su impacto fue reducido por el equilibrio fiscal prevaleciente, el saneamiento previo de los bancos, la baja deuda del gobierno y de las empresas, etc.

Entre los eventos externos que presagian esta tormenta están 1) el riesgo de una guerra comercial entre los países desarrollados, por el desconocimiento de cómo funciona una economía por parte de la actual administración norteamericana. La actual situación recuerda mucho el entorno previo al inicio de la Gran Depresión de los 30´s, la cual no fue provocada por la crisis bursátil como muchos piensan, sino por el fuerte incremento de los aranceles en los Estados Unidos y la consecuente guerra comercial, así como la elevada deuda interna.

2) El excesivo endeudamiento de los gobiernos de los países desarrollados, que el incremento en las tasas globales de interés eleva el gasto público de manera drástica así como el déficit fiscal, por lo cual tienen que subir su deuda aún más. Con esto caen en un círculo vicioso, como le sucedió al gobierno mexicano en la década de los 80´s, del cual fue difícil y costoso salir. 3) La actual lucha por la supremacía económica y política global, hueco que parece estar dejando vacío los Estados Unidos y que quieren ocupar la Unión Europa, Rusia y China.

Entre los factores internos que pueden coadyuvar a la formación de esta tormenta están 1) La presión para modificar o incluso cancelar el TLCAN, mismo que ha permitido el fuerte crecimiento de un sector exportador muy competitivo y que además ha dado una garantía jurídica a las empresas del sector y a las extranjeras. 2) La insuficiente inversión en el país, que no permite la creación de empleos que se requieren en el país. La baja inversión pública que se realiza en el país se ha compensado en una parte importante por la privada, pero ésta puede detenerse en caso de que el nuevo gobierno no otorgue las suficientes garantías para que siga fluyendo. 3) La actual estructura del gasto público, con énfasis en el gasto corriente y en la transferencia a los estados y municipios sin una rendición clara de su ejercicio. 4) Las mayores tasas de interés que perjudican la inversión privada, a las empresas más endeudadas y a las instituciones financieras con una estructura débil de capital, sobre todo las no bancarias. 5) La grave crisis de las pensiones que se avecina en los siguientes años. 6) La grave inseguridad en varias partes del territorio nacional, que ya están controladas por la delincuencia organizada, como lo confirma el cierre de importantes empresas en varios estados.

A los puntos anteriores habría que agregar el resultado de las elecciones del próximo mes, en la cual triunfen candidatos que quieran llevar al cabo políticas populistas que desequilibren la economía, lo que se reflejaría en un incremento importante del gasto y del déficit fiscal. De hecho, el actual debilitamiento del peso es, en parte, por ésta posibilidad. Es muy importante que los candidatos ganadores de la elección reafirmen su convicción de mantener finanzas públicas equilibradas para evitar una "Tormenta perfecta".

El próximo gobierno de nuestro país tendrá fuertes y preocupantes retos y problemas que resolver. Para superar el progresivo deterioro en varios temas como son la baja inversión y la inseguridad pública, la baja calidad del sistema judicial y los conflictos en el entorno internacional se requerirá de un esfuerzo sostenido nacional durante varios años, pero en la dirección correcta. De no llevarlo al cabo, nuestro país volverá a tener un retroceso de varios años. Los próximos meses serán determinantes para la economía en el largo plazo.

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