Benito Solis

¿Sigue siendo vigente el sistema económico de mercado?

El columnista dice que es importante que los distintos funcionarios y legisladores tengan un conocimiento básico de cómo operan los mercados.

La caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989 derrumbó el mito de que el sistema comunista de control y mando era una mejor alternativa que el sistema de mercado y de precios para proporcionar bienestar a la población. A partir de ese momento la mayoría de las naciones iniciaron un proceso de liberación de sus mercados, de incremento en el comercio internacional así como reducción de monopolios y de impuestos, de control de la inflación y de bajo déficit fiscal ente otras.

Como resultado se ha tenido un desarrollo económico y tecnológico nunca antes visto en la historia de la humanidad. La gran mayoría de los inventos se han creado en las pasadas décadas y la esperanza de vida de las personas se ha incrementado de manera espectacular, lo mismo que el tamaño de la población mundial. Destaca que cientos de millones de personas han salido de la pobreza extrema en los pasados años, sobre todo en los países asiáticos y en varios africanos y latinoamericanos.

Sin embargo, no todos los países han sido igualmente exitosos al hacer los cambios estructurales y son frecuentes los casos en donde los mismos han sido parciales e incompletos, provocando peores distorsiones y desigualdades.

Además, después de tres décadas de seguir los mismos esquemas, la población enfatiza los problemas y los defectos del proceso de apertura y liberación de los mercados, al tiempo que se desprecian los beneficios. La mayoría de los votantes no vivieron o recuerdan cómo era el entorno económico anterior, pero sí ven los problemas actuales. Por lo mismo en varios países los electores han votado por un cambio, por el cambio mismo, es decir sin tener claro cuáles son las estrategias que proponen los candidatos ni cuáles serían las alternativas. Lo anterior ha abierto la puerta a diversos gobiernos populistas, cuyo objetivo es el poder en sí mismo apoyándose en satisfacer las peticiones de la mayoría, aunque sea perjudicial al mismo país.

Lo anterior ha provocado que algunos gobiernos tomen decisiones erróneas y muy costosas, debido a que los nuevos funcionarios y legisladores tienen poca o nula experiencia y carecen del conocimiento básico de cómo operan los diversos mercados. Temas como fijar controles de precios pueden ser atractivas para diversos grupos de la población, pero provocan mayores daños a la producción que cambios constitucionales o expropiaciones de empresas. Decisiones de este tipo pueden perjudicar a millones de personas sin tener que ser aprobadas por los congresos legislativos.

Es común la confusión entre la población de definir qué es el sistema de precios, qué puede y no puede hacer y a qué se refiere el concepto. Este sistema se refiere al comportamiento promedio de los consumidores y los productores cuando los precios suben o bajan y no tiene otro significado. Se refiere simplemente a que cuando suben los precios los consumidores adquieren menos de esos bienes y los productores tratan de ofrecer una mayor cantidad; esto es se refiere al comportamiento humano cuando hay cambios en los precios. En realidad es un instrumento de análisis, pero es frecuente que algunos opinen que el concepto se refiere a una filosofía o a una posición política, lo cual es absurdo.

Recuerdo que hace muchos años un diputado en México solicitó a la cámara legislativa que ¡"derogara la ley de la oferta y la demanda"!, porque estaba creando muchos problemas y pobreza. Había que aclararle que esta ley es de comportamiento humano y no una ley jurídica. Poco le faltó para que también pidiera que se derogara la ley de la gravedad, para evitar que la gente se cayera.

¡Así le fue al país en ese gobierno!

Debido a los cambios que se propondrán en los próximos años es importante que los distintos funcionarios y legisladores tengan un conocimiento básico de cómo operan los mercados y lo peligroso de tratar de modificar su funcionamiento. Por otro lado, es necesario que la población esté consciente de la importancia de tener un conocimiento básico de cómo opera la economía para su propio beneficio e identificar cuando ciertas medidas que se anuncian son benéficas o perjudiciales en el largo plazo. Hoy más que antes es vigente el sistema de mercado para identificar qué medidas son más convenientes para nuestros países.

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