Claudia Olguin

Millenials rompen paradigmas

Claudia Olguín explica cómo esta generación ha hecho que distintos sectores del mercado como el inmobiliario y las constructoras de los centros comerciales se adapten a sus necesidades y demandas.

Hipotecas, centros comerciales, casas híbridas y lo que se sume a la lista son los inmuebles que rápidamente se adaptaron al ritmo de la generación millenial, ese grupo de la población que nació entre 1980 y el 2000. Hoy representa unos 40 millones de habitantes en México.

El eje de esta tendencia es un nuevo consumidor con comportamiento de compra distinto al comprador de propiedades, usuario de tiendas y hasta de lugares de trabajo donde la colaboración es el principal must de su elección.

Ya en el pasado hemos mencionado lo que este segmento de mercado generó en el negocio de los centros comerciales. Retailers o tiendas minoristas han tenido que adaptar sus espacios y diversificar su presencia en distintos canales para atraerlos.

Un estudio reciente del International Council of Shopping Centers (ICSC), que ahora representa en Latinoamérica y el Caribe Daniel Batle, es claro en lo que vendrá: hacia 2022 la población de entre 30 y 39 años aumentará su gasto 107 por ciento respecto a lo que consumía 10 años atrás.

Este grupo gasta un cuarto de sus compras en alimentos y bebidas. Las cadenas minoristas lo saben. Por tanto, aplican estrategias de desarrollo y diseño orientadas a satisfacer los nuevos hábitos de compra.

El área de oportunidad es tan grande como la tasa anual de natalidad en América Latina que fue de 12 por ciento en la última década.

Y no sólo eso, la influencia de nuevas generaciones ha roto los paradigmas de otros nichos como los fabricantes de mobiliario corporativo que ofrecen conceptos como el Office Living de Herman Miller, han incorporado a sus propuestas diseños y análisis estratégicos a corporativos con equipos multi-generacionales donde destaca la presencia de este grupo poblacional.

La responsabilidad con el medio ambiente y los hábitos de uso de vivienda, también se ubican como otras variables que identifican desarrolladores.

En el primer sentido, mencionamos aquí lo que algunos desarrolladores incorporan en equipamiento a viviendas híbridas de bajo costo, cero consumo en gas y espacios que no superan los 50 metros cuadrados.

No menos importante es la dinámica social que plantean compradores con hogares unipersonales, inestabilidad y permanencia en vivienda, al igual que la demanda de beneficios de una eficiente movilidad urbana, dificultan la generación de proyectos que satisfagan esa necesidad.

Analistas convocados por la firma Sidehouse, coinciden en el reto que demanda una urbanización global en ciudades con estructuras policéntricas que fomenten la heterogeneidad de la localización de actividades.

Se trata del desarrollo de proyectos afines a estos criterios, que resuelvan el debate actual de analistas: crear políticas que hagan factible integrar a las áreas urbanas este nuevo perfil poblacional, en el que sólo hay cabida para ciudades compactas, de usos mixtos, caminables y con transporte públicos de calidad.

COLUMNAS ANTERIORES

Financiamiento industrial detrás del ‘nearshoring’
‘Nearshoring’ expande huella industrial

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.