La Cuarta Transformación

Ayotzinapa: el 68 con el que AMLO quiere pasar a la historia

López Obrador está construyendo la nueva versión del movimiento del 68 para ser recordado como el humanista.

EL PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR quiere escribir en letras de oro su historia y legado como el artífice de la Cuarta Transformación de México. Y lo está logrando… sin importarle el precio.

Decidió enfrentar al Ejército en afán de imponer lo que el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, dice que es la verdad verdadera de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.

El inquilino de Palacio Nacional está construyendo la narrativa y la nueva versión del movimiento del 68 que puso en el banquillo de los acusados a las fuerzas castrenses para ser recordado como el humanista.

Al contrario de lo que afirma, sí existe un choque frontal con la tropa y con el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, por el curso que está tomando el caso y, sobre todo, por sus afirmaciones de ayer.

En el sector militar hay un profundo malestar por cómo Encinas ha manipulado el caso, elaborado un informe plagado de falsedades y acusado a miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Pero la indignación es todavía mayor por cómo ha defendido López Obrador al subsecretario de Gobernación, que ha ofrecido beneficios a todo aquel que esté dispuesto a validar su versión de los hechos.

Esa fe ciega que el tabasqueño profesa a su amigo ha llegado al extremo de la defensa política: “Yo di la instrucción al secretario de la Defensa, por escrito”, en referencia a la detención de militares.

Esta simple afirmación del Presidente en su conferencia mañanera de ayer, es motivo suficiente para que sea requerido por la defensa de los militares para que rinda por escrito una declaración sobre el caso.

(Fotoarte de Oscar Ivan)

La decisión de ir tras los miembros del Ejército ya la conocían Luis Cresencio Sandoval, José Rafael Ojeda, Adán Augusto López y Arturo Zaldívar, porque López Obrador se los informó con anticipación.

Hace aproximadamente tres semanas el tabasqueño llamó a Palacio Nacional a los secretarios de la Defensa, Marina, Gobernación y al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Pero en esa sesión informativa el Presidente habló de detener solo a cuatro militares. Algo se rompió en los siguientes días porque se incluyó al entonces jefe del 27 Batallón de Infantería de Iguala, teniente José Rodríguez Pérez, y 20 soldados más.

Sobre el caso Ayotzinapa, López Obrador ha ido cambiando de parecer constante y sistemáticamente en los últimos diez días. Por momentos parece estar con la Sedena y por momentos contra la Sedena.

Y en ese juego y rejuego unos ganan y otros pierden, como el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y el Fiscal Especial del caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo.

Mientras el segundo en el informe de Encinas acusaba a otros 20 efectivos de la Sedena y hasta quiso consignarlos, el primero llamó a su Fiscal de Asuntos Internos, Adriana Campos, para redactar en su casa el desestimiento.

No se sabe bien a bien de qué lado juega el Fiscal Gertz, si del lado del presidente López Obrador o del lado de la Defensa Nacional, como tampoco se sabe si el propio López Obrador está dispuesto a romper su luna de miel con los generales y la tropa en su afán de creerle y seguir protegiendo a Encinas.

(Cuartoscuro)

AYER FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA volvió a cruzar a Estados Unidos. La semana pasada lo hizo para reunirse con el congresista Henry Cuéllar, representante de Laredo. Se asegura que el político de extracción panista viene trazando con sus asesores legales una ruta de escape ante un inminente intento de arresto de la Fiscalía General de la República bajo cargos de delincuencia organizada y uso de recursos de procedencia ilícita. El todavía gobernador de Tamaulipas perderá el fuero en una horas, el sábado cuando concluya su mandato y lo releve el morenista Américo Villarreal. El miércoles desfiló por cuanto medio pudo dando entrevistas para tratar de incidir en el ánimo de los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que terminaron validando a Villarreal. Ayer, de García Cabeza de Vaca, nadie sabía si estaba en el Estado y si volverá a pisarlo en un rato.

(Especial)

ATRÁS DE LA llegada de Alfonso Durazo a la Presidencia del Consejo Nacional de Morena estuvo la mano de Julio Scherer Ibarra. Éste pasó de ser el Consejero Jurídico del presidente Andrés Manuel López Obrador a virtual jefe de campaña de la virtual candidata Claudia Sheinbaum. Durazo y Scherer sellaron su amistad hace 20 años, cuando el primero intercedió en su calidad de secretario particular del entonces presidente Vicente Fox para que recibiera al segundo. En 2002 el feroz secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, ya había logrado órdenes de aprehensión contra ejecutivos del Consorcio Azucarero Escorpión que dirigía Scherer. La querella se terminó desechando por los buenos oficios del ahora gobernador de Sonora. Dos décadas después ambos vuelven a alinear sus intereses con miras a las elecciones presidenciales de 2024.

(Especial)

ROGELIO HERNÁNDEZ CÁZARES renunció a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) hace tres semanas porque se lo pidió Andrés Manuel López Beltrán. El licenciado en Economía egresado del Tec de Monterrey es uno de los muchos operadores que el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene incrustados en áreas estratégicas del gobierno federal. La CNH es quizás la más relevante porque monetiza y maximiza el valor de los hidrocarburos del país. Hernández ya se había sobreexpuesto y le pidieron retirarse. A cambio, “Andy” le prometió colocarlo en una buena posición dentro de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, que ocupa interinamente el subsecretario de esa misma dependencia, Jorge Nuño, ante la ausencia de su tocayo, Jorge Arganis.

COLUMNAS ANTERIORES

El ‘auxiliar en la recaudación’
Edomex: los confictos de Alfredo

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.