En la semana que inicia, el miércoles 22, se hablará de Ciencia, Tecnología e Innovación en los planes de gobierno de la próxima administración Federal. Se hablará de Conacyt como el eje de la política tendiente a vincularse con los grandes problemas nacionales, mejorar la competitividad nacional y elevar la calidad de vida de la familias mexicanas.
Será la institución que encabece María Elena Álvarez-Buylla Roces, según lo hizo saber AMLO durante el tercer debate entre los aspirantes a la Presidencia. Será esa institución que articule las políticas necesarias para reorientar el gasto público y fomentar el privado (vía estímulos fiscales) hacia las actividades tendientes a incrementar la investigación en ciencia, el desarrollo de tecnología y la obtención de innovaciones en las plantas productivas nacionales.
El Conacyt deberá conseguir esto gracias a un incremento sostenido de la inversión en el Gasto de Investigación y Desarrollo Experimental (GIDE) de tal manera en que supere el nivel en el que se ha encontrado en los pasados 20 años, el 0.5 por ciento del PIB para incrementarlo por lo menos y en lo inmediato hacia el 1 por ciento del PIB y posteriormente pueda llegar al 2.4 por ciento del PIB en donde se encuentras las métricas promedio de las naciones de la OCDE.
Pero no será la labor sola del Gobierno Federal. La institución que habrá de encabezar ALVAREZ-BUYLLA ROCES deberá promover la investigación para el desarrollo tecnológico y la innovación mediante la aplicación y en su caso el incremento de los estímulos fiscales a las empresas mexicanas o establecidas en México que así acepten el reto.
Esto debería de incrementar el nivel de patentamiento en el país que hoy presenta estadísticas muy reveladoras. En cuanto a patentes solicitadas por mexicanos en el 2012 respecto al total fueron el 8.4 por ciento mientras que las concedidas fueron solo el 2.3 por ciento del total.
En el 2017 el 7.8 por ciento de las solicitudes fueron realizadas por mexicanos y el 92.2 por ciento restante por extranjeros mientras que de las patentes otorgadas el 4.8 por ciento fueron a mexicanos y el 95.2 a extranjeros.
Hay pocos investigadores muy concentrados en pocas, muy pocas ciudades y la concentración de cursos de doctorado lo mismo: pocos y en escasas ciudades. Tenderá a incrementar el número de involucrados en el Sistema Nacional de Investigadores y que un número mayor de instituciones educativas privadas o públicos inscriban sus cursos de corte científico.
El Conacyt deberá realizar tareas rectoras para que la investigación crezca en el país, que la base de investigadores incremente respecto al nivel actual (32 mil) para llegar a los 40 mil en el 2020.
Un documento que le será entregado al Presidente Electo y que será la base para la determinación de la política en la materia promueve la idea de que el nuevo Conacyt sea el eje rector entre dependencias del Sector Público Federal, los estados y municipios del país así con las dependencias académicas que pueden o realizan desarrollo de tecnología e innovaciones.
Un buen desempeño del Conacyt permitiría que México mejore los niveles en los que se encuentra en diversos renglones demostrando con ello, primero, la importancia que los gobiernos anteriores han concedido a la ciencia y, segundo, los niveles a los que se puede llegar cuando se ejerce una adecuada asignación de recursos y correcta aplicación de ellos.
Aspiran a que México superes el Índice de Desarrollo Humano en el que hoy se encuentre en la esfera internacional (77), incremente la Competitividad Global (51), incremente su Capacidad de Innovación (58) y mejore en su Gasto Empresarial en Investigación y Desarrollo de tecnología (79).
El documento que será entregado a AMLO esta semana aconseja la creación de 19 consorcios que coordinarían las labores de investigación del sector público en áreas neurálgicas del quehacer empresarial así como equilibrar la balanza que hoy establece que el 70 por ciento de los recursos destinados al apoyo de la creación de tecnología y ciencia vienen del sector público y el 30 por ciento del privado para procurar una relación más equilibrada que en el corto plazo pudiera ser al menos de 60/40 siendo mayoría el sector público.