Universo Pyme

Pymes invitan a ¡comer hasta morir!

En esta oportunidad, Torreblanca da detalle de la realización de Comali, evento gastronómico que tendrá como sede la Ciudad de México.

Si el Tianguis Turístico en su edición 43 fue espectacular en sus resultados (muy buena carta para el balance de rendimientos del presidente de México durante su gobierno), para rematar, el CPTM, brazo de promoción turística del país que encabeza Héctor Flores Santana, decidió apoyar el evento Comali, que lleva a la CDMX nada menos que a 100 de los mejores restaurantes de comida típica mexicana.

El asunto no es menor si se trata de invitar, convencer para que acepten la invitación y montar toda una infraestructura que demanda, de entrada, el alquiler de 60 cocinas al lado del Auditorio Nacional para que los representantes de esos 100 negocios -generalmente pequeños o algunos medianos incluso- puedan llegar, preparar sus degustaciones clásicas y típicas de las ciudades o estados de donde vienen los chefs.

El asunto tiene su historia en un evento que acabó siendo muy exitoso y que la Secretaría de Turismo quiso escalar en beneficio de un relanzamiento de la cocina mexicana considerada como patrimonio inmaterial de la humanidad.

Lo anterior fue posible luego de más de seis años de esfuerzos iniciados en 2004 y felizmente conseguido en 2010 por decisión de la UNESCO. Una mexicana de la talla de Gloria López Morales, fundadora y presidenta del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana, estuvo correteando el proceso.

México ya ha perdido muchos elementos que han resultados fundamentales para nuestra identidad cultural y la cocina, afortunadamente, no ha sufrido suficientes bajas como para lamentarlo.

A los mexicanos nos gusta comer y la cocina mexicana nos gusta, y mucho, pero la mayor parte de los millenials urbanos ni idea tienen de la enorme variedad de platillos tradicionales existentes en nuestra nación.

Para retomar el tema, Alejandro Garza Díaz, con una larga y exitosa relación con eventos o espectáculos musicales entre los cuales está el haber hecho posible la llegada de Elthon John y Michael Jackson a México, se puso el reto de hacer un evento para promocionar la cocina mexicana.

Hace poco más de cinco años se le ocurrió hacer un evento gastronómico en el que se pusiera sobre mesas la comida típicamente mexicana y de mayor fama. Le puso como título 'Sabores Polanco', y tuvo mucho éxito. Con el apoyo de la Secretaría de Turismo, el CPTM y la Sagarpa pusieron los clásicos sabores mexicanos al alcance de los capitalinos, hasta que la propia Secretaría de Turismo consideró la posibilidad de hacerlo en grande y traer no a algunos de los mejores restaurantes o chefs mexicanos sino a 100 de las mejores cocinas tradicionales.

Imagine para ubicar a los 200 restaurantes de mayor fama y lanzarles una a una la invitación a incorporarse al evento, pensando que el 50 por ciento de ellos van a declinar la oportunidad. El asunto de la invitación tardó un año.

El evento habrá de inaugurarse el 28 de abril y se extenderá al 1 de mayo, aprovechando el 'puente'.

Tendrá un costo de 200 pesos para los adultos, los niños van gratis y la sede estará a un costado del Auditorio Nacional (viendo de frente al Auditorio, del lado izquierdo).

Son 100 de las mejores cocinas de 26 estados, y una cadena de hoteles muy importante en México va a cubrir platillos de los seis estados restantes que no pudieron ser representados por ninguno de sus mejores restaurantes. No quisieron. Cada restaurante paga los traslados y los viáticos de su gente.

Se permite comer de todo, todo lo que pueda, pero se recomienda que considere que no son porciones formales sino degustaciones. Cuando algo 'lo mate' podrá pedir porciones para llevar y pagarlas aparte, por supuesto.

Más de 30 marcas de distintas cerveza, regionales o artesanales, decenas de tequilas y mezcales, helados sofisticados, aguas frescas creativas y poco conocidas, "cordero a la ataúd", chinicuiles de Tlaxcala, jabalí asado de Querétaro, barbacoa de Hidalgo y CDMX, Moles de Puebla y Oaxaca, tortas ahogadas de Guadalajara, carne de chango de Catemaco y, por supuesto, ni busque pejelagarto porque no habrá ni remotamente el platillo, por más que varios lo quieran ver bien frío.

Paralelamente, un camión de la Central de Abasto estará diariamente ofreciendo los productos más necesarios para este ejercicio, y podrán las amas de casa o padres de familia abastecerse, además de platillos típicos, de materia prima para la casa a magnífica calidad y a un precio entre 30 y 50 por ciento más económico respecto a los precios de una verdulería o racaudería.

Suena bien. Habrá de saber mucho mejor por supuesto.

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