Universo Pyme

Qué ganas, pero... qué pena

El columnista habla sobre la propuesta de algunos legisladores para modificar la Ley Federal del Trabajo para cerrar la puerta a empresas de subcontratación.

En las horas finales de la actual legislatura en la Cámara de Diputados, en la semana en la que habrá (muchos) legisladores que pidan licencia habilitando a sus suplentes en la responsabilidad legislativa y con menos de 10 sesiones por delante, un grupo de diputados encabezados por la bancada perredista pone sobre la mesa la necesidad urgente de realizar cambios a la Ley Federal del Trabajo.

Y no solo se trata de los diputados del PRD los que comprometen su voluntad sino otros más, entre ellos miembros de la bancada panista.

Quieren modificar la Ley Federal del Trabajo para cerrar la puerta a empresas de subcontratación que deliberadamente evaden sus responsabilidades frente al SAT, al IMSS y al propio trabajador en lo que constituye (sic) un enorme y descarado robo.

El caso es que tanto el PAN como el PRD e incluso el PRI, en la Cámara de Diputados están en el tenor y la voluntad de votar esos cambios propuestos por una iniciativa que preparó Julio Saldaña Morán, perredista y que se encuentra en Comisiones.

Y para darle mayor peso se desarrolló ayer en el Palacio Legislativo un foro para fomentar el trabajo digno y suficiente mediante la Subcontratación comprometida con el ejercicio de la Administración Integral del Capital Humano.

Y en el ejercicio de un análisis de especialistas quedó claro que en mucho el empresariado ha recurrido con mucha frecuencia a la contratación de empresas de subcontratación tramposas buscando deducibilidades del pago de nómina o del pago de la Participación del Trabajador en la Utilidad de la empresa.

Con el costo que ello implica para el ingresos de los trabajadores porque muchas empresas de subcontratación de manera deliberada evitan pagos a los que la Ley Federal del Trabajo pretendidamente obliga.

Van buscando deducir y el camino que les ha dejado el SAT y la legislación fiscal señala hacia las empresas de Subcontratación en donde hay, como en el caso del colesterol, subcontratantes buenos y malos.

Para especialistas como el fiscalista Carlos Orozco Felgueres un simple cambio en la Ley Fiscal pudiera aclarar la necesidad de que las empresas de subcontratación se certifiquen, (existe la propuesta de que haya una NOM) y que solo mediante un reconocimiento del SAT hacia las empresas de subcontratación responsables pudieran determinados conceptos de pago ser sujetos de deducibilidad fiscal.

Así como la participación de los trabajadores en la utilidad de las empresas que tampoco es deducible en los términos que las empresas desearían pero que en manos de una empresa de subcontratación pudieran estos pagos estar vinculados al ejercicio productivo del trabajador.

Estas y varias otras iniciativas enriquecerían la posibilidad de que la subcontratación, vinculada a la Administración Integral del Capital Humano garantizara mejores ingresos a los trabajadores y se cerrara la puerta a las empresas de subcontratación "malas" cuya principal preocupación es reducir cargas fiscales y beneficios sociales y laborales al trabajador.

Todo en la Cámara de Diputados está alineado excepto los tiempos políticos que permitieran que la iniciativa que fue introducida a la Comisión respectiva el pasado noviembre pudiera pasar al pleno a consideración de los legisladores sobre todo cuando hay otro aparente obstáculo: que en la Cámara de Senadores está una iniciativa priista, de Senadores de extracción priista que procuran precisamente todo lo contrario que lo que buscan los diputados: liberar a la LFT de los candados que obligan a las empresas a cumplir con los términos que señala la propia Constitución.

Que no es un obstáculo menor sobre todo en los tiempos electorales que hoy marcan un ánimo muy adverso entre los grupos legislativos representados en ambos cuerpos políticos.

Por lo que tristemente pudiera pensarse que esta valiosa iniciativa tuviera que reconocer: ¡Qué... pero... qué pena!

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