Ayer fue otro 'día negro' en los mercados financieros en México.
El Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores cerró con una caída de 4.2 por ciento y ya acumula un desplome de 21 por ciento desde finales del mes agosto.
A la pérdida de 90 mil millones de dólares que ayer le reseñé, súmele otros 4 mil 500 millones, perdidos en la sesión de este lunes.
El tipo de cambio del peso frente al dólar también se disparó hasta niveles que no habíamos visto desde junio de este año, un par de semanas antes de las elecciones, y en las ventanillas bancarias ya estuvo cotizando cerca de los 21 pesos.
Ante este panorama, por la tarde se convocó a una conferencia de prensa del futuro secretario de Hacienda, Carlos Urzúa.
En ella, el primer punto anunciado fue la nominación de Gerardo Esquivel para reemplazar a Roberto del Cueto, quien, por razones de salud, dejará este viernes su subgubernatura del Banco de México.
De este modo, el Banxico tendrá dos nuevos integrantes en su Junta en 2019: Jonathan Heath y Esquivel.
Los dos tienen las competencias profesionales necesarias para el cargo, pero su relación con el presidente electo y el gobierno es muy diferente.
Heath es un economista independiente que no tiene adscripción partidista ni ha participado en campañas político-electorales. Esquivel es de los hombres más cercanos a AMLO.
No creo que los mercados financieros reciban con el mismo entusiasmo a Esquivel, con el que recibieron a Heath.
Insisto, no por competencias profesionales, sino por la independencia de uno frente a la relación cercana de Esquivel con quien será presidente constitucional desde el sábado.
Ayer mismo se notó esa reacción. En conjunto, el mensaje de Urzúa logró bajar ligeramente el precio del dólar, que de 20.62 regresó a 20.55 pesos, pero la realidad es que el impacto fue leve, pues ya había subido casi 25 centavos previamente.
En justicia, sin embargo, hay que señalar que, en la historia de las nominaciones a la Junta de Banxico, con frecuencia han existido cercanos al presidente en turno, sin que por ese hecho se pierda la autonomía.
Lo diferente hoy es el contexto y el temor de que en el futuro haya discrepancias entre Banxico y el gobierno.
Respecto a los otros temas abordados, los inversionistas ya tienen descontado el mensaje de Urzúa, quien ratificó la intención de conseguir un superávit primario aun un poco mayor que el originalmente previsto, y rechazó la propuesta del PT relativa a las Afore o a las reservas del Banxico.
Lo crucial será el Paquete Económico que habrá de presentarse –según se dijo– poco antes del límite constitucional, quizás el viernes 14 de diciembre.
La mayor parte de los análisis de las últimas semanas no tienen duda de la buena intención del próximo equipo hacendario, pero no están seguros de que pueda contener los impulsos que brotan en círculos políticos, en el Poder Legislativo o aun entre algunos integrantes del Ejecutivo.
Por lo pronto, quizás ya no tengamos hoy un 'martes negro' (ojalá), pero las posibilidades de que haya inestabilidad en los siguientes días y semanas, seguirán vigentes.
Dos fechas clave serán, este sábado, con los dos mensajes de AMLO, uno en San Lázaro por la mañana y otro por la tarde en el Zócalo. Y el 14 de diciembre, cuando tal vez se envíe el Paquete Económico.