El día de ayer fue negro para los mercados accionarios de casi todo el mundo y de ese ambiente de pesimismo no se escapó el tipo de cambio del peso frente al dólar, que por la noche cotizaba en 19.16 pesos al mayoreo.
Algunos pensaban que, tras el acuerdo trilateral de México, Estados Unidos y Canadá, nuestra moneda se iba a fortalecer.
Ya han transcurrido diez días desde que se anunció tal acuerdo, pero desde entonces hasta el día de ayer, el dólar no sólo no se ha abaratado contra el peso, sino que pasó de 18.71 a 19.16.
¿Qué es lo que ocurre?
A mi parecer, hay tres factores que explican que no se haya venido para abajo el precio de la divisa norteamericana pese al nuevo Tratado.
La primera es que éste se daba por hecho. Aunque los testimonios de lo ocurrido muestran que realmente estuvimos a un tris de que Canadá se quedara afuera, la mayor parte de los inversionistas consideraban que al final, sí habría acuerdo, lo que finalmente pasó.
La segunda es que la incertidumbre sólo se redujo y se acotó, pero no desapareció. Resta el proceso de ratificación, que se dará probablemente con un Congreso dominado por los demócratas, y además, falta todavía ver cómo se comporta Donald Trump con relación a los aranceles vinculados a la sección 232, de seguridad nacional.
La tercera, y es la que ayer adquirió más fuerza, es que en las últimas semanas se ha confirmado una clara expectativa de alzas futuras en las tasas de interés.
Prácticamente, se da por un hecho que, en la reunión del 19 de diciembre, la Reserva Federal de Estados Unidos tome la decisión de incrementar en otro cuarto de punto sus tasas de interés. Y para el 2019 se visualizan tres alzas más.
Esto se refleja en un aumento de las tasas del Bono del Tesoro a 10 años, que está en 3.22 por ciento, una de las tasas más altas de los últimos años.
Esto ha conducido a que el dólar se fortalezca contra la mayoría de las divisas.
Otro factor subyacente en el comportamiento del dólar es la incertidumbre que persiste a propósito del Paquete Fiscal que será enviado al Congreso en México en diciembre.
A pesar de las ofertas de mantener la disciplina fiscal por parte del nuevo equipo de gobierno, los analistas e inversionistas van a estar convencidos de ello hasta que vean el nuevo Paquete Fiscal y revisen que las cifras son plausibles.
Apenas esta semana se reiteró la oferta de reducción del IVA y del ISR en la franja fronteriza norte. Habrá que ver si la cuantificación de la pérdida de ingresos que se calcula convence a los expertos.
Las señales más claras se observarán en la evolución de los mercados hoy y en los próximos días, pero algunos perciben que el alza de las tasas de interés de largo plazo pudiera significar un cambio global del estado de ánimo, que puede acentuar los riesgos de un freno marcado en la actividad económica en el mundo hacia final del 2019 o en el 2020. O quizás incluso de una recesión internacional.
En ese contexto, pareciera más factible que el valor del dólar suba en los próximos meses a que baje.
En los próximos días se celebran las reuniones de otoño del Banco Mundial y del FMI. No le quite el ojo, pues de lo que de ellas surja habrá indicios más claros de lo que podemos esperar para el futuro.