Donald Trump ha puesto al gobierno de Canadá contra la pared, lo que puede tener serias consecuencias para México.
Las versiones que han trascendido, así como los mismos dichos de Trump, en entrevista con Bloomberg, indican que se exige a Canadá aceptar los términos que él ha planteado.
Si Canadá no accede, no se le incluirá en el nuevo tratado comercial y se impondrá un arancel de 25 por ciento a los autos que Canadá exporte a EU.
Los autos y partes automotrices representan el principal producto de exportación de Canadá a EU y suman cerca de 60 mil millones de dólares anuales.
Una decisión final de excluir a Canadá probablemente traiga un fuerte impacto económico y financiero para ese país.
Pero, más allá, el sábado pasado, a través de Twitter, Trump volvió a arremeter contra Canadá, señalando que, por décadas, 'abusó' de Estados Unidos, y con esa declaración elevó el costo político para el gobierno de Trudeau de una aceptación de las condiciones impuestas por EU.
La exclusión de Canadá del acuerdo, a juicio de expertos como Carla Hills, y congresistas de los dos partidos, Demócrata y Republicano, impediría que un tratado bilateral con México fuera aprobado como desenlace de este proceso de negociación.
Por eso, también el sábado, Trump amenazó al Congreso que, si "interfiere", terminará con el NAFTA completamente. Eso implica una amenaza a todos los congresistas que son partidarios del Tratado.
Esto puede significar que entremos en el limbo.
Si Trump, por ejemplo, notifica que EU sale de NAFTA, el próximo viernes 7 de septiembre, ese hecho se haría efectivo a partir del 7 de marzo de 2019.
Si, al mismo tiempo notifica al Congreso su intención de firmar un Tratado bilateral con México, las negociaciones formales empezarían en 90 días, es decir, hacia el 7 de diciembre. Si simplemente se toma el acuerdo alcanzado y se notifica la intención de firmarlo, deberían pasar otros 90 días antes de firmarlo y otros 105 días antes de que el Congreso pueda ratificarlo.
De este modo, la ratificación podría venir hacia julio de 2019, siempre y cuando un cambio en la composición de las Cámaras no rechace los términos alcanzados en la negociación con México.
Total, el procedimiento para conseguir que hubiera un Tratado Comercial Bilateral México-EU todavía puede ser largo e incierto ante los resultados de las elecciones de noviembre en EU.
Todo eso se resolvería si EU le concediera a Canadá una opción decorosa políticamente para sumarse al acuerdo que negoció con México. Pero, Trump pareciera obstinado en echar a Canadá.
En México, cometeríamos un grave error si consideramos que el acuerdo anunciado el lunes va a ser el remedio contra la incertidumbre.
Todo pende aún de alfileres. Más allá del esfuerzo realizado por los negociadores mexicanos, tener a Trump del otro lado del escritorio implica un riesgo muy alto... hasta el último momento.
Por eso, estamos muy lejos de haber dejado atrás el riesgo de la tormenta. Las amenazas siguen pendientes.
Quizás por eso, los mercados financieros no hicieron ninguna fiesta y el dólar cerró el viernes arriba de los 19 pesos.