Tras la presentación que AMLO hizo el viernes pasado, no me queda ninguna duda: el proyecto del NAIM va a continuar en Texcoco.
López Obrador se metió en lío con este asunto... pero ya está encontrando la salida.
Desde 2015, un grupo de técnicos, encabezado por José María Riobóo, constructor muy cercano a AMLO, lo convenció de que se podían construir dos nuevas pistas en la base militar de Santa Lucía, y dejar operando al mismo tiempo la actual terminal, con lo que se podría resolver la saturación del AICM.
El proyecto sería mucho más barato y evitaría los problemas técnicos derivados de la construcción de un nuevo aeropuerto en los suelos de Texcoco.
Así nació su opción de Santa Lucía.
Sin embargo, la corporación MITRE, una de las más acreditadas del mundo en materia de seguridad aeronáutica, expresó desde hace años la inviabilidad de la operación comercial de ambas terminales, como lo pide el proyecto que tenía AMLO.
Pero, no importó. En la campaña, la propuesta de cancelar la obra del nuevo aeropuerto se mantuvo. Luego se matizó y se dijo que habría de revisarse.
Más tarde se dijo que se harían estudios técnicos, se presentarían las propuestas y se someterían al análisis de los profesionales de la ingeniería, así como a discusión pública para luego ponerse a consulta popular.
El viernes pasado fue presentado finalmente el informe del equipo de AMLO, que estuvo organizado a modo de presentación de pros y contras de las dos localizaciones.
La lista de los 'contras' para el desarrollo de un proyecto en Santa Lucía, comienza con la presentación de la opinión de MITRE, institución que a solicitud expresa reiteró su opinión respecto a la imposibilidad del empleo comercial simultáneo del aeropuerto actual y otro en Santa Lucía.
"El Plan Alternativo resultaría en la creación de un sistema de espacio aéreo gravemente congestionado y complicado, que muy probablemente incrementaría las ya importantes demoras y problemas operacionales, que impedirían satisfacer la futura demanda de aviación en el área metropolitana de la Ciudad de México", señaló MITRE en el paquete de documentos enviado en la madrugada del miércoles, y que presuntamente, retrasaron el informe de AMLO.
Al informar al respecto, AMLO indicó que, sin embargo, la opinión de los técnicos encabezados por Javier Jiménez Espriú y un grupo chileno, consideran viable la operación del aeropuerto de Santa Lucía, simultáneamente con el actual.
Sin prejuzgar las capacidades del equipo de AMLO, la decisión de localización no puede estar basada solamente en un juicio que contradice las opiniones de la autoridad internacional en la materia, como es MITRE.
Lo que se dijo es que se pediría un estudio independiente, que tomaría varios meses más.
Es decir, si la consulta se realiza en octubre, tendría que haber una pregunta que cuestionara respecto a si se apoya un proyecto (Santa Lucía), que ha sido cuestionado por algunos de los máximos especialistas del mundo.
El actual proyecto podría tener deficiencias que el nuevo gobierno debiera ajustar y corregir. Lleva un retraso considerable que permitirá su operación hasta julio de 2022... en caso de que no haya nuevos retrasos.
Sea cual sea la fórmula financiera que se utilice para completar el NAIM, luego de la formulación del viernes pasado, no hay manera de que se dé respaldo al proyecto de Santa Lucía, ni que una consulta lo respalde. La consulta va a inclinarse por seguir con el lugar actual. El pueblo es sabio... sobre todo si se hacen las preguntas correctas.