El gobierno de Trump requiere que se llegue a un acuerdo en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica muy pronto, no más allá de la primera quincena de mayo, porque de lo contrario, lo aprobado podría ya no ser ratificado por el Congreso y ser un gran golpe para Trump.
Ayer le expliqué en este espacio cuáles podrían ser los escenarios en México y por qué hay la intención de que haya un TLCAN renegociado que sea aprobado antes de las elecciones del 1 de julio.
Permítame ahora darle algunos elementos para entender por qué la prisa por parte de Estados Unidos.
La USTR (United States Trade Representative), la oficina comercial del gobierno de Estados Unidos que encabeza Robert Lighthizer, está obligada a notificar formalmente al Congreso de su país cuando se haya llegado a un acuerdo en principio.
Tras esa notificación, tiene 30 días para enviar el borrador al Congreso. Es decir, no puede notificar que ya está en el acuerdo y luego negociar todavía por un tiempo largo. Primero deben acordarse los puntos sustanciales y después hacer la notificación.
Y, tras la revisión del borrador, bajo las reglas del Trade Promotion Authority se tienen 60 días para revisar y autorizar la firma del Tratado por el Ejecutivo.
Si, por ejemplo, se llegara a un 'acuerdo en principio' el próximo 15 de mayo y ese mismo día Lighthizer enviara la notificación al Congreso, estaríamos hablando de que Estados Unidos podría estar en condiciones de firmar hacia el 15 de agosto.
Esto implica que la firma ya no podría ser antes de las elecciones del 1 de julio en México. Ese escenario queda descartado.
La ratificación del Tratado suscrito por el Ejecutivo, por las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos tiene otros tiempos, pues la International Trade Comission tiene 105 días antes de enviar el tratado que sea ratificado.
La ventana de oportunidad se ubicaría en algún momento de diciembre de este año, tras las elecciones de medio término en Estados Unidos y antes de que en enero se instale la nueva Cámara de Representantes.
Y me refiero a que es una 'ventana de oportunidad' porque todos los indicios señalan que la composición de la Cámara de Representantes podría cambiar y quedar con mayoría demócrata, lo que haría poco probable la aprobación del documento en los términos que haya resultado.
Las últimas encuestas relevantes respecto a la aprobación del trabajo de Trump indican una desaprobación de 55 por ciento por una aprobación de 41 por ciento.
Esa percepción del electorado indica en este momento una intención de voto para la Cámara de Representantes de 43 por ciento por los demócratas y 36 por ciento por los republicanos, lo que sustenta la hipótesis de un cambio en la mayoría de la Cámara baja.
México puede tener una buena oportunidad para negociar con Estados Unidos en este ambiente.
Sin embargo, está lejos de haberse resuelto el que quizá resulta el tema más álgido: las reglas de origen en el sector del automóvil. De hecho, hasta este momento el equipo de Estados Unidos aún no ha hecho una propuesta formal, sólo ha explicado el tema conceptualmente, y tiene que ver con un porcentaje de los componentes que deben producirse en países en los que los salarios son altos.
Falta aún para que el tema se concrete. Por eso, los negociadores trabajarán tiempo completo y sin descanso las siguientes semanas, simplemente para asegurar que los tiempos puedan ajustar para el gobierno de Estados Unidos.