Perspectiva Bursamétrica

Banxico: ¿convendrá cambiarle su objetivo único a un mandato dual?

Analistas han criticado la decisión de Banxico al pensar que le da mucho peso a la actividad económica en sus decisiones, cuando su labor principal es la estabilidad de los precios.

En su reunión de política monetaria del pasado 2 de agosto el Banco de México decidió mantener el objetivo de su tasa de referencia en 7.75 por ciento, a pesar de que la inflación ha venido acelerándose, como puede observarse en el último dato de la primera quincena de julio en donde ya subió hasta el 4.85 por ciento anual

El comunicado de política monetaria de la Junta de Gobierno del Banco generó algunas suspicacias por el énfasis que en uno de sus párrafos le da al crecimiento económico: "La información oportuna indica que en el segundo trimestre de 2018 la actividad económica en México mostró una contracción respecto al trimestre anterior… Por tanto, se estima que las condiciones de holgura en la economía mostraron un relajamiento, y es previsible que en 2018 el crecimiento del producto se ubique en la parte inferior del rango previsto (2 a 3 por ciento) y que, por lo tanto, la holgura en la economía continúe relajándose. Ante la incertidumbre derivada del complejo entorno que enfrenta la economía, se considera que el balance de riesgos para su crecimiento continúa sesgado a la baja."

Algunos analistas criticaron esta parte del comunicado al intuir que el banco central le está dando demasiado peso a la actividad económica en sus decisiones, siendo que nuestro instituto emisor tiene en su Ley Orgánica y en la misma Constitución un solo mandato, el de la estabilidad de precios.

En una entrevista con Victor Piz en El Financiero Bloomberg, Alejandro Díaz de León, gobernador de Banxico, descartó que se haya dado un mayor peso al tema del crecimiento económico, "No hay mandato dual, pero Banxico monitorea el crecimiento; es importante considerar el ritmo de actividad económica para estimar expectativas de inflación. Hay muchos elementos que se toman en consideración para la decisión de política monetaria, que van desde el entorno externo al interno, en particular el desempeño de la economía. Es importante considerar el ritmo de actividad económica como elemento para estimar las expectativas de inflación. En la medida en que la actividad económica se desacelera, es más probable de que la evolución de los precios continúe su tendencia a la baja". Explicó que el mandato del banco central es muy claro, que es mantener la inflación baja y estable.

De nuevo ha surgido entonces el eterno debate de si deberíamos cambiarle en la Constitución el mandato del banco central a un mandato dual.

Para algunos teóricos, banqueros centrales y analistas, el poner en un mismo instrumento dos objetivos contradictorios estabilidad de precios y crecimiento económico o pleno empleo, es un absurdo. En el mismo sentido otros opinan que el tener un doble mandato implica el riesgo de que la política monetaria se maneje con criterios políticos, y de que se pierda la autonomía del banco central, dañando su credibilidad.

Para otros, el doble mandato no es más que una función de dos variables que hay que optimizar. Cuando los dos brazos de la política económica apuntan hacia el mismo objetivo, los resultados son más contundentes. Cuando los dos brazos actúan en sentidos opuestos, el costo para la sociedad puede ser más elevado y los resultados más pobres.

Si el mandato de estabilización de precios se da en un país en donde la autonomía del banco central es muy fuerte, se observa una inflación estructuralmente baja y se tiene también un ordenamiento constitucional para que el Poder Ejecutivo deba mantener siempre una política fiscal responsable, de finanzas públicas en equilibrio, pudiera ser conveniente este mandato dual.

México lleva ya varios años en los que la inflación promedio ha sido reducida, y aunque se tiene una Ley de Responsabilidad Hacendaria, es un hecho que vimos en los primeros 3 años de este sexenio un disparo de la deuda en 11 puntos del PIB. ¿Qué veremos ahora con un nuevo Gobierno que llegó a la silla presidencial prometiendo dádivas al por mayor? Quizás no sería lo más conveniente dar el segundo mandato al Banco de México en estos momentos.

Sin embargo, ya comentamos en otra colaboración que sería conveniente desaparecer la Comisión de Cambios, que le resta control al Banco de México. También podría ser conveniente el poner en su Ley Orgánica una mayor responsabilidad sobre el buen desempeño de los mercados, y en la cuestión de la ciberseguridad.

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