Perspectiva Bursamétrica

Los 10 principales pronósticos de la economía internacional para el 2019

La economía global presentará en el próximo año un desempeño favorable, aunque menos dinámico, y se espera volatilidad en los mercados financieros.

Hacer predicciones en el campo económico, en lo político, o en los deportes es siempre un ejercicio especulativo, por más ciencia o matemática que le quiera uno aplicar a los pronósticos, dado que el comportamiento humano es muchas veces errático e incomprensible. Los economistas suelen modelar escenarios ideales, en donde los mercados son perfectos, y los agentes económicos actúan racionalmente, para poder predecir el comportamiento del mercado o de la economía. Pero en la experiencia, muchas veces vemos decisiones irracionales. En nuestro actuar y en el de los demás. Por eso, predecir con base en la ciencia o a la superstición tiene al final el mismo grado de incertidumbre o de certeza.

De acuerdo al calendario chino el 2019 es el año que estará regido por el cerdo, año que iniciará el próximo 5 de febrero y que se termina el 24 de enero del 2020. De acuerdo a la cultura china el cerdo es un símbolo de riqueza.

A pesar de lo que pudiera pensarse, la economía global atraviesa por una de sus épocas más brillantes. El ciclo de bonanza económica global acumula 9 años de vida, y hoy se tiene un crecimiento generalizado, es decir una sincronía positiva que retroalimenta el dinamismo entre las distintas regiones. En varios países el desempleo se encuentra en niveles récord muy reducidos. En el 2018 se dio un muy alto crecimiento con una inflación controlada. Sin embargo, en los siguientes dos años las cosas pueden cambiar.

Con base en el análisis y las técnicas de pronóstico, tenemos las siguientes predicciones mayores para la economía global:

1. La economía mundial tendrá otro buen año, con un ligero menor crecimiento que el 2018.

Después de crecer en el 2018 a una tasa del 3.5 por ciento la economía global podría crecer a un ritmo un poco más moderado, pero aún superior al 3 por ciento anual. .

2. La guerra comercial de Estados Unidos contra el mundo prevalecerá. En la medida en que los adversarios del presidente Trump lo acorralan hacia un juicio de impeachment, su reacción hacia un mayor proteccionismo puede exacerbarse.

3. La inflación mundial será ligeramente superior a la del 2018. El enorme déficit fiscal en Estados Unidos, el proteccionismo, el sobrecalentamiento de varias economías, y el pleno empleo son factores que tarde o temprano tendrán como resultado una mayor presión de costos que se traducirá en una mayor inflación.

4. Los bancos centrales tendrán que acelerar su proceso de normalización, aunque aún tendremos divergencias entre las políticas de los principales bancos centrales. El surgimiento de una mayor inflación puede incidir en que la normalización de tasas se acelere.

5. El dólar se mantendrá fuerte a lo largo del año. Las expectativas de mayores tasas de interés en dólares por el enorme déficit fiscal y la mayor presión en los salarios, favorecerán al dólar y propiciarán la debilidad de otras monedas.

6. La economía de Estados Unidos observará una desaceleración a partir del segundo semestre. La economía americana está claramente sobrecalentada. El impulso del estímulo fiscal iniciado en el 2017, que explica el alargamiento del ciclo de bonanza, irá perdiendo fuerza hacia la segunda mitad del año. Esperamos que el PIB americano vaya perdiendo fuerza gradualmente para crecer cerca del 2.5 por ciento en el promedio durante el 2019 y se vaya hacia una recesión en el 2020.

7. La economía europea y la del Reino Unido sufrirán una desaceleración más importante. La ausencia de estímulos al crecimiento y el desenlace del Brexit en el Reino Unido nos indican que muy probablemente la economía de la región tendrá un crecimiento de alrededor del 1.5 por ciento anual.

8. La economía de China va a crecer al 6 por ciento anual. A pesar de una serie de políticas públicas que pretenden incrementar la inversión, la guerra comercial puede generar una mayor desaceleración en la actividad económica en esta economía.

9. La economía de Japón sufrirá también desaceleración. La desaceleración de China y de Estados Unidos tendrá como consecuencia una tendencia de menor dinamismo en el sector exportador de la economía japonesa.

10. Los mercados financieros y los de las materias primas observarán una mayor volatilidad. El alza del dólar y de las tasas de interés, así como la desaceleración mundial pueden propiciar una tendencia a la baja en los precios de las materias primas. Dado que los mercados suelen anticiparse a los hechos económicos, no esperamos un buen desempeño de los mercados de capitales en el mundo para el 2019.

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