Perspectiva Bursamétrica

Resiliencia de la economía mexicana en enero

Ernesto O'Farrill comparte algunos números de enero que contienen sorpresas positivas considerando el entorno de volatilidad que vive la economía.

Contrario a lo que vimos en diciembre, en donde varios indicadores resultaron decepcionantes, las cifras oportunas que tenemos de enero contienen algunas sorpresas positivas. Lo más extraño es que las veamos en el primer mes del año, cuando normalmente los indicadores suelen descomponerse. Considere además el entorno adverso por el que atravesamos (incertidumbre sobre el TLCAN, menos competitividad fiscal, inseguridad, inflación, incertidumbre política, la política monetaria francamente restrictiva). Resiliencia es el término de moda en materia económica en el mundo. Y aquí bien podría aplicarse a nuestra economía.

Estas aseveraciones parten de la lectura que nos deja ver nuestro indicador IBEM (Índice Bursamétrica de la Economía de México) para enero, y sus componentes. Que son una selección de indicadores oportunos generados de distintas fuentes privadas.

Un segundo indicador, también muy oportuno, es el IMCE (Índice Mexicano de Confianza Económica) que calculamos mensualmente con la información que proporciona el Instituto Mexicano de Contadores Públicos, y que nos proporciona una idea de la percepción que el gremio de los contadores públicos tiene de las empresas que atienden en todo el país.

El indicador IBEM para el pasado enero se ubicó en 132.01 unidades, que representa 20.38 unidades menos que el indicador de diciembre, lo que en la serie histórica resulta normal. Enero es siempre un mes de menor actividad económica que diciembre. Hace un año, la caída mensual del indicador fue de 29.67 unidades. La variación en enero de 2018 fue de 0.55 por ciento anual. La que se reportó en diciembre pasado fue de 6.17% anual. Por dentro del indicador se destaca lo siguiente:

1. El ISM manufacturero de Estados Unidos presentó una ligera caída en enero. (59.1 vs. 59.7 de diciembre). La manufactura norteamericana pasa por un buen momento, a pesar de observar una ligera desaceleración, lo que beneficia a la manufactura exportadora nacional.

2. La producción automotriz creció en enero en 9.05 por ciento anual, mientras que en diciembre pasado presentó un crecimiento de apenas 1.57 por ciento anual. Una primera sorpresa positiva.

3. Las exportaciones de automóviles aumentaron 9.17 por ciento anual. Por debajo del 16.65 por ciento anual de incremento en el último mes del año pasado, en donde se exportó más que lo producido, desplazando inventarios rezagados de noviembre y octubre. Sin embargo, este crecimiento de casi 10 por ciento anual es una excelente señal de la penetración de nuestra industria en el mercado norteamericano.

4. Las ventas de automóviles en el mercado doméstico que se desplomaron el año pasado presentan en el primer mes del año una contracción del 11.45 por ciento anual, mientras que en diciembre pasado bajaron en 17.58 por ciento anual.

5. Las ventas de Walmart México, a tiendas iguales y semanas comparables, presentaron un repunte de 4.59 por ciento real anual, al descontar la inflación de 5.55 por ciento anual de enero de 2017 a enero de este año. Esto es una segunda gran sorpresa. El mercado interno vuelve a tomar impulso. La combinación del empleo formal, el alza salarial y las remesas récord que tuvimos en diciembre pueden ser parte de la explicación.

6. En los indicadores del IMEF, que equivalen a los indicadores ISM americanos, el manufacturero bajó ligeramente de 51.7 a 51.2 en enero. El IMEF No Manufacturero, en cambio, repuntó de 52.0 a 53.1 unidades en un solo mes. Otra señal de recuperación del mercado interno.

7. Una lectura complementaria nos la da el Indicador IMCE del IMCP/Bursamétrica que para enero presentó una variación positiva de 12.51 por ciento anual. La percepción de la situación actual aumentó 9.40 por ciento anual mientras que la percepción a futuro aumentó 15.93 por ciento anual.

8. Como indicador de las expectativas, el Índice de la BMV presentó al mes de enero un incremento anual de 7.69 por ciento mientras que el cierre de diciembre acumuló una variación de 8.13 por ciento anual. El índice IPC de enero subió más de dos mil unidades respecto al del cierre de 2017, influido por la burbuja que presentaron los índices bursátiles de las bolsas estadounidenses antes de la corrección que se está dando en los primeros días de febrero.

Con el Índice IBEM de enero, realizamos nuestra estimación preliminar del IGAE de enero, bajo cifras originales, que sería de una baja de 1.0 por ciento anual.

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