Debate Puntual

El segundo aeropuerto más grande del mundo, rehén político-electoral

Andrés Manuel López Obrador se ha esforzado por sembrar la duda en cuanto a la funcionalidad y la necesidad de una nueva sede aeroportuaria, pero, ¿tiene razón?

La amnistía a delincuentes, el lavado de dinero en la compra de naves industriales, el desvío de fondos públicos, los personajes incómodos en las listas de plurinominales… Las campañas electorales, en sus distintas fases, suelen estar marcadas por alguna tendencia temática postulada por un candidato o en su contra.

El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) ha sido uno de los temas favoritos de algunos candidatos y medios de comunicación en las últimas semanas, al grado de convertirse en rehén político de Andrés Manuel López Obrador, quien lo puso en la agenda tras mencionar en reiteradas ocasiones su intención de cancelar el proyecto.

Desde un inicio, las instituciones aeroportuarias y aeronáuticas nacionales e internacionales, así como distintos grupos empresariales, mencionaron la inviabilidad operativa y financiera de cancelar el proyecto y de operar con el actual AICM y la base aérea ubicada en Santa Lucía, según lo que propone el Proyecto de Nación de Morena.

No obstante lo anterior, AMLO se ha esforzado por sembrar la duda en cuanto a la funcionalidad y la necesidad de una nueva sede aeroportuaria, por lo que valdría la pena enlistar algunas de las opiniones de los expertos.

1.- Actualmente, cuando va a haber operaciones en la base de Santa Lucía, se detienen los movimientos en el AICM, debido al uso del espacio aéreo. Para evitar el riesgo de una colisión entre dos aviones, las aeronaves despegan o aterrizan con una separación de cuatro millas náuticas. Si operaran simultáneamente el AICM y Santa Lucía, la separación tendría que ser de ocho millas náuticas, lo que retrasaría aún más la frecuencia de aterrizaje y despegue de vuelos, de acuerdo con la explicación de Bernardo Lisker, directivo de la corporación MITRE.

2.- Desde hace casi dos décadas, en las administraciones de Ernesto Zedillo y Vicente Fox, se realizaron distintos estudios para atender la necesidad de un nuevo aeropuerto internacional para la Ciudad de México y el área conurbada. Una y otra vez, Texcoco ha sido ratificado como la mejor opción tanto en cuestiones aeronáuticas como geográficas, debido a su cercanía con la CDMX, que no implica desvíos en las rutas de los aviones y, por ende, no recurre en mayores gastos de combustible ni en alza de tarifas para los viajantes. Se suman a ello el tamaño de "los terrenos disponibles para construir un aeropuerto de gran capacidad, las ventajas de su orografía, de visibilidad y la dirección e intensidad de los vientos, condiciones inmejorables para la aviación", como lo menciona Federico Patiño, director general de Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM).

3.- El NAICM será seis veces mayor que el actual aeropuerto, mismo que opera para 42 millones de pasajeros al año, aunque su capacidad es para 35 millones, según datos de GACM. El proyecto no sólo incluye el nuevo aeropuerto, también se contempla el desarrollo de infraestructura hotelera, comercial, restaurantera y de servicios, con miras a beneficiar la región de la zona metropolitana en la que estará enclavado.

En medio de contradicciones e información a modo, López Obrador ha intentado desacreditar la construcción del NAICM, al tiempo que atenta contra el Estado de derecho, proponiendo la cancelación de contratos existentes, y se aferra a promover la operación simultánea del aeropuerto actual y de la base militar de Santa Lucía.

Deja de lado que la construcción del NAICM está fundamentada en un proyecto integral que no sólo se limita a la edificación de una nueva terminal. Lo que él llama obra faraónica es, en realidad, un proyecto ambicioso a futuro con miras a impulsar la economía nacional y local, pues al llegar a su máxima operación podrá ofrecer 450 mil empleos, así como nuevas oportunidades de desarrollo económico, social y laboral para los municipios de Nezahualcóyotl, Texcoco, San Mateo Atenco, Chimalhuacán y Ecatepec.

Considero muy pertinente que realicemos un debate puntual al respecto y analicemos toda la información que hay disponible. Después de todo, un aeropuerto es la primera cara de bienvenida para quienes nos visitan y se interesan por nuestra cultura. Si queremos seguir aprovechando el boom turístico que vive México, necesitamos seguir brindando un excelente servicio aeroportuario tanto a nacionales como extranjeros.

Debemos dejar en claro que el desarrollo de un país debe estar por encima de cualquier interés político y personal, más aún cuando con engaños y falsas ideas se trata de imponer un pensamiento o creencias frente a los estudios científicos, las proyecciones de crecimiento nacional a futuro y, lo más importante, la razón.

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