Contracorriente

Eficaz iniciativa contra la desnutrición

El columnista escribe sobre la iniciativa que apoya la lucha contra la desnutrición infantil en Puebla y Oaxaca.

No hay injusticia más grande que la desnutrición de un niño que por sufrirla antes de cumplir cinco años de edad, su cerebro no alcance las conexiones neuronales normales. Pero hay una manera en que las familias pobres pueden combatir la desnutrición de sus hijos y por haberla encontrado y demostrado científicamente su eficacia, el Grupo Cooperativo Quali y Agua para Siempre, que trabajan en la mixteca poblana y oaxaqueña, ganó el primer lugar de las 12 Iniciativas Innovadoras y Escalables para el Desarrollo Rural Sostenible de América Latina y el Caribe que fueron premiadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Quedó demostrado, con mediciones mensuales que desde 2007 se le han practicado a miles de hijos de indígenas pobres, que pueden alcanzar el peso y talla que corresponda a su edad mediante el consumo diario de amaranto como complemento de su dieta tradicional, a base de maíz y de frijoles; los aminoácidos que contienen cada uno de esos tres alimentos elevan el aprovechamiento nutritivo de los otros dos.

Hasta 2006 sólo se conocían las propiedades nutricionales del amaranto, pero no se había estudiado cuánto de ese grano se requeriría para salvar a niños desnutridos desde su nacimiento, antes de que su fisiología cerebral quedara afectada.

Once años de mediciones han demostrado que no todos los niños de las distintas etnias responden igual; en la mixteca poblana bastaron 25 gramos de amaranto al día para que, a los seis meses, entre 80 y 97 por ciento de los niños alcanzara la talla y peso correspondientes a su edad.

En la región Mixe de Oaxaca, donde 47 por ciento de los niños padece desnutrición, hubo que elevar la porción a un gramo de amaranto por cada kilo de su peso, con lo que se logró que, de 3992 niños, 90 por ciento de los menores de cinco años, y 97 por ciento de los mayores de cinco y hasta 12, tuvieran notable mejoría en su peso y talla al cabo de un año.

Expertos de la FAO, del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), del Fondo de Innovación Social de Chile (FIS) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) integraron el comité de evaluación que otorgó los premios a 12 iniciativas continentales y 10 menciones.

El premio no consiste en dinero, sino en un certificado de FAO que acredita el carácter innovador y la eficacia de la iniciativa. El primer lugar se le otorgó al Grupo Cooperativo Quali y Agua para Siempre por "promover el sistema alimentario de amaranto orgánico como un innovador modelo de desarrollo rural sostenible de agricultura familiar para superar la pobreza" y la nutrición infantil.

Quali es una agroindustria que tiene mil 100 socios indígenas de la Mixteca-Popoloca, y que fue creada e impulsada por Alternativas de Participación Social, Asociación Civil que dirigen, desde la década de 1980, Raúl Hernández Garciadiego y su esposa Gisela Herrerías en la región de Tehuacán, Puebla.

Esta agroindustria convierte el amaranto en charritos, barras, galletas, panqués y otros alimentos nutritivos, de los que ha vendido 22 millones de bolsas desde 2004; su éxito comercial le ha permitido contribuir, junto con otros aliados solidarios, a la lucha contra la desnutrición infantil en Puebla y Oaxaca.

La expectativa de la FAO al premiar esta iniciativa es que la experiencia siga perfeccionándose, que se amplíe a más regiones y pueblos en México y América Latina y el Caribe, no sólo como iniciativa social sino como política pública.

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