Ciudad Abierta

El Día Mundial del Turismo, un día gris

En el actual sexenio no se le dio importancia a este día, pese a lo relevante que es para la economía la actividad turística; se esperaba que al menos este último año de gobierno tuviera una mejor celebración.

El 27 de septiembre de hace dos años, el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, durante toda la mañana sostuvo acuerdos privados en su oficina. Al mediodía salió para reunirse con su homólogo de Economía, Ildefonso Guajardo, para anunciar juntos que el programa "Viajemos todos por México" se ligaría a las promociones de El Buen Fin.

Desde hace 38 años, el 27 de septiembre se celebra en todos los países afiliados a la OMT el Día Mundial del Turismo, pero en el actual sexenio prácticamente no se le ha dado importancia en nuestro país. Ese día de 2016, Sectur sólo emitió un comunicado "sobre la relevancia de este sector en México y a nivel mundial", en el que el titular de Sectur se refirió "al trabajo que realiza esta dependencia en favor de la industria turística" y en el que sus subsecretarios "expusieron las acciones relevantes que en materia de políticas pública se han puesto en marcha en esta administración", según informó entonces la propia secretaría. Nunca dijeron por qué no hubo una conmemoración formal.

Y, el año pasado, que sí habían planeado una celebración, que sería en el Parque Guanajuato Bicentenario —ese elefante blanco que proviene de la administración de Juan Manuel Oliva—, cerca de Silao, fue cancelada porque ocho días antes ocurrió el terremoto que alteró la vida del país.

Pero ahora, en el cierre del sexenio, decidieron que sí habría celebración, para lo cual escogieron un pequeño salón del Palacio de Bellas Artes.

En los sexenios panistas, varias veces tanto Vicente Fox como Felipe Calderón encabezaron este festejo, enviando el mensaje de que la actividad turística era importante para su gobierno —aunque en la práctica ninguno de los dos lo demostró—, pero con Enrique Peña Nieto, ni siquiera eso. Realmente, durante la presente administración el Día Mundial del Turismo ha pasado sin pena ni gloria, porque si la propia Sectur lo ignora, ¿pues entonces a quién le corresponde destacarlo?

Por esto no sorprendió que ayer el evento en Bellas Artes, encabezado por De la Madrid, estuviera un tanto deslucido. Ya no hablemos de si asistió el presidente de la República, obvio que no —anda muy ocupado hablando por teléfono con Chumel Torres y haciendo chistoretes bastante mal escritos—, ¿pero, y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva? No fue y en su lugar envió a su secretario de Turismo; hubo algunos secretarios estatales del ramo y otros mandaron representante, pero ni siquiera Pablo Azcárraga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico, principal organismo de la iniciática privada de este sector, tuvo tiempo de ir. Envió a una vicepresidenta. ¿La secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda? Tampoco estuvo.

Lástima. Porque la verdad es que el auge que vive la industria turística nacional detonó en este sexenio y habría merecido tener una gran celebración, ya de despedida, por todo lo que ha aportado al país en los últimos años. De eso habló precisamente De la Madrid en su discurso.

Como suele suceder, el secretario llenó su elocución de cifras y estadísticas ya sumamente conocidas, todas buenas, o casi (recurrió al eufemismo de que hay "áreas de oportunidad", para reconocer que deben trabajar para aumentar el gasto promedio de los turistas extranjeros), pero también tocó un aspecto que pocas veces se escucha de un funcionario.

Aseguró, citando a la OCDE, que en los últimos cuatro años más de 60 por ciento de la población con menores recursos permaneció estancada en términos de ingreso, en tanto que lo mismo sucede con el 70 por ciento de la población de mayores ingresos.

"Quiere decir que lo que hemos perdido en el mundo es movilidad social: quien nace pobre tiene altísimas posibilidades de quedarse pobre, y quien nace rico tiene muchas posibilidades de quedarse rico. Y eso obviamente va en contra de la cohesión social, en contra de la paz y de un sentido como nación", dijo.

Enseguida explicó lo que tal vez sea uno de los aspectos más importantes de esta industria: en México, el turismo es uno de los sectores que tiene más movilidad y capacidad de generar inclusión. Por ejemplo, es la primera oportunidad laboral para los jóvenes, el 21 por ciento de los empleados tiene entre 16 y 24 años de edad y 57 por ciento de las plazas las ocupan mujeres.

Y sí, el turismo aporta muchas cosas económica y socialmente al país. Por eso debió tener un mejor colofón. Lástima, ahora que sí hubo celebración, muchos prefirieron no ir.

COLUMNAS ANTERIORES

Viajar de nuevo o… en busca del tiempo perdido
De cómo el Covid-19 ha cambiado el comportamiento de los viajeros, según la OMT

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.