Ciudad Abierta

La eficacia de Luzia, un acto de fe

El espectáculo inspirado en la cultura mexicana, que la Secretaría de Turismo encargó al Cirque du Soleil, comenzó a vivir su principal prueba de fuego en su arribo al país

El controvertido espectáculo inspirado en la cultura mexicana, que la Secretaría de Turismo (Sectur) encargó al Cirque du Soleil y por el cual le pagó 47.4 millones de dólares, comenzó ayer a vivir su principal prueba de fuego, al llegar al país luego de presentarse en un recorrido de dos años y cuatro meses en dos ciudades de Canadá y diez de Estados Unidos.

Oficialmente, inició ayer sus presentaciones en Guadalajara, de donde se irá a Monterrey a principios de octubre, para llegar a la Ciudad de México el 7 de noviembre. Y ya será el público nacional quien dirá si este espectáculo refleja lo que es México.

Pero, más allá de la calidad de los montajes que suele hacer esta empresa de origen canadiense —en 2015 el fondo de inversión estadounidense TPG Capital y al grupo Chino Fosun pagaron mil 500 millones de dólares canadienses por el 90 por ciento de las acciones de la compañía—, la discusión en México está centrada en si haber pagado tanto dinero por el diseño y presentación de este espectáculo, llamado Luzia, en 450 ciudades del mundo hasta sumar dos mil 400 representaciones —lo cual se calculó originalmente para un lapso de siete años—, con fines promocionales, fue una decisión acertada o no.

Para decirlo de una manera muy simple: la Sectur, que encabeza Enrique de la Madrid, a través del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), que actualmente dirige Héctor Flores Santana, invirtió casi 50 millones de dólares, a pagar en cinco años, por un montaje escénico que, se supone, tendría el efecto de provocar directamente que miles de turistas decidieran viajar a nuestro país, con lo cual se recuperaría la inversión y se obtendrían ganancias.

Sin embargo, las autoridades mexicanas ni han sido totalmente transparentes con éste, que es el contrato más grande que ha firmado el CPTM, ni han mostrado que cuenten con un método confiable para medir el retorno de inversión de este cuantioso acuerdo.

Inclusive, el contrato debía liquidarse con su quinto y último abono el próximo año, pero Flores Santana decidió pagarlo de una vez, no se sabe si para no dejarle deudas a la próxima administración federal, o por temor a que el siguiente gobierno cuestione el pago. Y no se sabe, porque oficialmente la Sectur no informó de motu proprio nada al respecto.

Trascendió porque hace un par de semanas, el columnista Carlos Velázquez publicó en EXCÉLSIOR que el CPTM había liquidado por adelantado los adeudos tanto con la carrera de Fórmula 1, como con el Cirque du Soleil.

Y hace un par de días, en una nota de primera plana, EL UNIVERSAL confirmó la información, afirmando que en mayo pasado se pagó el remanente de diez millones de dólares que quedaba con el Cirque, añadiendo que este año también ya habían realizado un pago de 11.2 millones de dólares. Este pago debió hacerse alrededor de marzo pasado, ya que un documento del CPTM que detalla sus gastos para el primer trimestre de 2018, con el número de pedido MTB/DRNA/0252014 que se le hizo al prestador de servicios que identifica como "Fetia Holding, Inc. (Cirque Du Soleil)", describe lo solicitado como: "Servicios de creación y producción de un tour show con un esquema temático Mexicano, bajo el contexto de producir, presentar, promocionar y posicionar al país México alrededor del Mundo".

El diario afirma que el primer pago, por cinco millones de dólares se hizo en septiembre de 2014 (cuando Rodolfo López Negrete era el director general del CPTM) y cuestiona la eficacia de este modo de promoción: "El CPTM no ofreció detalles de su medición ni informó su metodología. Sin embargo, en junio pasado Daniel Lamarre, presidente y director ejecutivo de la empresa canadiense, concedió una entrevista a EL FINANCIERO e informó que después del show "se le pregunta a la gente qué piensa y lo que más dicen es que quieren venir a México. No es coincidencia que haya más gente de Estados Unidos visitando México después de que el espectáculo ha estado de gira en ese país y en Canadá", publicó EL UNIVERSAL haciendo referencia a la plática que sostuvimos en mayo pasado con Lamarre, en la cual nos dio sus razones para creer que este ha sido un contrato muy conveniente para el CPTM.

No obstante, la danza de números optimistas que proporcionan tanto el líder del Cirque, como el propio gobierno mexicano, no parecen tener un piso muy sólido. El primero asegura que tan sólo en los dos primeros años Luzia dio un retorno de inversión cinco veces mayor a lo gastado, en tanto que el segundo afirma que, al final de los siete años del contrato, el retorno habrá sido de 640 millones de dólares, de los cuales 440 millones serán por derrama económica que dejen los turistas que Luzia traerá a México, y 200 millones por exposición mediática.

Suena muy bien. Negocio redondo. Sin embargo, mientras no muestren una metodología sólida para medir estos resultados, creerlos se convertirá en un acto de fe.

COLUMNAS ANTERIORES

Viajar de nuevo o… en busca del tiempo perdido
De cómo el Covid-19 ha cambiado el comportamiento de los viajeros, según la OMT

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.