La Cofeco (Comisión Federal de Competencia) y la Ifetel (Instituto Federal de Telecomunicaciones) pueden tomar un camino que incremente la competencia, beneficie a los consumidores y así justificar socialmente su existencia; pero hay el peligro de convertirse en instituciones que aumenten los gastos de las empresas, los tiempos para realizar transacciones y generen inseguridad jurídica, en tal forma que las pérdidas sociales sean mayores a los beneficios.
Para evitarlo, quienes legislan las leyes secundarias y los comisionados de la Cofeco y los de la Ifetel, deben tener claro que los monopolios artificiales surgen y se mantienen por leyes y reglamentos que impiden competir a cualquier persona o empresa interesada en un sector. La primera labor de los legisladores y funcionarios de esas dependencias debe ser identificar leyes, reglamentos, circulares o posturas del ejecutivo federal, gobiernos estatales y municipales, que amparen los monopolios. Los peores enemigos de la competencia no son las grandes empresas, sino las leyes y funcionarios que favorecen los monopolios.
Hay empresas chicas monopólicas y grandes que enfrentan competencia. Ifetel y Cofeco deben luchar por suprimir todas las barreras de entrada, legales y administrativas, que impiden la competencia en varios sectores. Los monopolios artificiales no los define el tamaño de las empresas, sino una posición jurídica y administrativa privilegiada. No es dividiendo empresas, obstaculizando fusiones o controlando precios como se combaten los monopolios. Esas estrategias sólo aumentan costos y trámites que recaen sobre los consumidores.
Más competencia no se logra con que siete funcionarios y no millones de consumidores, decidan arbitrariamente el tamaño de cada empresa o los precios a los que deben vender. Es necesario el combate a todos los entornos monopólicos, aunque no sean muy ostentosos para los comisionados, como los de grupos de taxistas en varios aeropuertos y estados, que con la complacencia o complicidad de autoridades, impiden que cualquier persona ajena a su gremio transporte turistas en "su territorio".
Ojalá los comisionados de la Ifetel y la Cofeco fomenten la competencia y no sólo aumenten los costos de transacción, que en una economía globalizada resta competitividad a empresas nacionales.
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