Jaime Sanchez Susarrey

Anaya no prende

Después del primer debate Ricardo Anaya tuvo un repunte que sirvió para colocarlo en el segundo sitio, pero la distancia que lo separa de AMLO sigue siendo muy grande.

Ricardo Anaya tuvo un repunte después del primer debate que sirvió para posicionarlo definitivamente en el segundo sitio, lejos de José Antonio Meade.

Pero la distancia que lo separa de AMLO sigue siendo muy grande. Han pasado dos semanas después del 22 de abril y, según Oraculus, agregador de encuestas, la diferencia es de 16 puntos y Anaya está estancado.

Esa enorme distancia se está volviendo aplastante si se considera que faltan 53 días para la jornada electoral y se añade que el Mundial de Futbol arrancará el 14 de junio.

Así que no hay que hacerse bolas, algo está mal en la campaña del candidato de Por México al Frente. No reconocerlo es enfilarse a ciegas a la derrota. La rectificación es indispensable. Pero para corregir hay que detectar y enumerar los errores que se están cometiendo.

1. Anaya concentró sus baterías contra el PRI, cuando el enemigo a vencer es AMLO. Lo que ocurrió en el debate fue más que ilustrativo. Andrés Manuel estaba contra las cuerdas, al borde del colapso, pero en ese momento Anaya se enganchó con Meade, y el candidato de Morena respiró, sonrió y se mantuvo en pie.

2. La estrategia se funda en el supuesto de que el candidato del Frente debe arrebatarle la bandera antipriista a López Obrador. Mientras AMLO dice que no tocará a EPN, Anaya afirma que él sí lo meterá a la cárcel. ¿Resultado? Los electores no se inmutan, los números no cambian. Ergo, la estrategia no sirve.

3. Anaya no ha entendido o no ha querido definir el verdadero clivaje de esta elección: no es moderno-joven vs. anticuado-viejo, sino populismo autoritario vs. democracia.

4. La campaña negativa de contraste, mostrando el peligro y las contradicciones que significa el programa y -sobre todo- López Obrador, inició después del debate, de manera errática.

5. Una campaña negativa debe ser ágil, precisa e ingeniosa o no será. ¿Qué habría pasado, por ejemplo, con el "cállate chachalaca" si no se hubiera convertido en un spot repetido miles de veces en los medios electrónicos? Nada. Cero.

6. Anaya y su entorno han dejado pasar oportunidades de oro. Vargas Llosa, a quien nadie puede señalar como integrante de "la mafia en el poder", y que sabe de lo que habla, advierte que AMLO es un peligro para México y América Latina. En el cuarto de guerra de Anaya nadie oye ni reacciona. Cero spots.

7. López Obrador dice, en la Convención de Banqueros, que se soltará el tigre si le roban la elección. Anaya no repara. No hay un solo spot que señale que Andrés Manuel no ha cambiado y sigue siendo el mismo de siempre.

8. AMLO se manifiesta contra el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y Anaya disiente educadamente. Tuvo que salir Slim para defender el proyecto y advertir el riesgo que representa ese tipo de decisiones. Cero spots.

9. AMLO descalifica la reforma educativa. Anaya no sólo no pone el dedo en la llaga, sino contemporiza: está mal implementada. Cero spots.

10. AMLO se lanza contra la reforma energética, pero Anaya no la defiende ni advierte que el estatismo no es la solución. Cero spots.

11. Taibo II plantea expropiar empresas. AMLO efectúa un pálido desmentido, pero ni Anaya ni su círculo retoman el tema de las expropiaciones bajo los regímenes populistas y bajo los gobiernos de Echeverría y López Portillo. Cero spots.

12. Los entornos de AMLO: Yeidckol, Ackerman, Padierna y Díaz Polanco son fervientes del socialismo del siglo XXI. AMLO ni se deslinda ni condena a Cuba y Venezuela. ¿Y Anaya? Bien gracias. Cero spots.

13. AMLO habla de revocación del mandato. Anaya contemporiza. Inclusive se suma. No señala que Chávez preconizó lo mismo y se reeligió. Sin embargo, por fin, un spot advierte la coincidencia.

14. AMLO contra los empresarios del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios. Los acusa de corruptos y traficantes de influencias sin pruebas ni proceso. Anaya responde asépticamente: el candidato de Morena espanta la inversión. Omite referirse al talante autoritario y discrecional. Lo que en realidad incendia a López Obrador es que están en su contra. Nada más. Cero spots.

La lista se puede extender. Aquí me detengo.

El hecho es que la campaña no prende. Y, si no se cierra la distancia, habrá desánimo y el voto útil perderá sentido. El tiempo está encima.

Si Anaya corrige la tiene en chino, pero tiene una oportunidad. Si no, se enfila a una fatal derrota. Einstein dixit.

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