Datos y Verdades

Un diagrama familiar

Jaime Serra escribe sobre cómo durante los trimestres de marzo, abril y mayo del 2010 al 2013, tomó nota visual de su relación con cada uno de los componentes del núcleo de su familia.

Cada noche antes de acostarme y durante los trimestres de marzo, abril y mayo de los años 2010 al 2013, tomé nota visual de mi relación con cada uno de los componentes del núcleo de mi familia.

Sobre una retícula trazada a lápiz, colocaba unos adhesivos de color que representaban a mis hijos (azul el mayor y amarillo el menor), a mi pareja (rojo) y a mi madre (verde).

La ubicación en un lugar concreto del tablero responde a la intensidad de los vínculos, intelectual y emocional, que percibí haber mantenido cada día.

Luego, mediante una paleta de líneas negras de seis grosores, tracé el tipo de interacción que habíamos mantenido, desde una breve llamada telefónica (la más fina) hasta compartir un día entero (la más gruesa).

Así, poco a poco, fue apareciendo el complejo entramado que se teje en la piel de toda familia.

Los años diagramados abarcan un periodo de importantes cambios: el nacimiento de un hijo, la adolescencia del otro, una crisis de pareja y una grave enfermedad degenerativa que sitúa a mi madre, en la última visualización, en el espacio donde los vínculos son nulos, pues ya no me reconoce como hijo.

“Así, poco a poco, fue apareciendo el complejo entramado que se teje en la piel de toda familia”

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