El sistema métrico decimal como medida de tiempo puede resultar algo extraño. Sin embargo, es bastante habitual utilizar el tiempo como medida de longitud. Por ejemplo, cuando decimos que algo se encuentra a diez minutos de distancia. Gracias a esta singular mezcla de espacio y temporalidad encontré el modo de ganarle al tiempo más de seis días en tan sólo un metro cuadrado de superficie.
Hace poco más de tres meses me mudé a una vieja casa que tardé cerca de dos años en rehabilitar. La vivienda, situada en un pequeño pueblo, acumulaba cerca de ciento veinticinco años de desgastes, sin ningún mantenimiento.
Por motivos esencialmente estéticos, coherentes con la vivienda y el singular entorno, embaldosé la planta baja con toba catalana. La toba es un tipo de baldosa tradicional hecha con arcilla cocida, mediante un largo y delicado proceso de fabricación artesanal. Aunque hoy se construye con acabados muy resistentes e hidrofugantes, el original se desgasta con facilidad y es permeable al agua.
Por tanto, cualquier sustancia que caiga sobre ella deja una mancha. Sin duda esta característica se me hace parte de su encanto: uno puede percibir el paso del tiempo al caminar sobre las formas tonales que han ido creando en el suelo infinidad de momentos en forma de gota. Pero eso sucede con el paso de muchos años.
El ahora tiene un color uniforme (paja, en mi caso) y una primera mancha, en medio del monocromo, puede resultar irritante como una llaga en el paladar. El constructor, auténtico artesano conocedor del material, me recomendó: "merece la pena dedicar cuatro minutos para borrar una mancha". Y, ciertamente, así lo hice con las primeras. Hasta que decidí acelerar el proceso. Tras probar el tono que dejaban sobre las baldosas distintos productos al gotear, usando diferentes utensilios, manché el suelo dejando caer gotas de café, aceite de oliva y zumo de naranja embasado con pinceles de los números 12 y 22. Además de no tener que preocuparme por las nuevas manchas casuales, le gané al futuro el tiempo que habría dedicado a borrarlas.
Tiempo necesario aproximado para borrar una mancha cepillándola inmediatamente con agua:
Zumo de naranja: 2.5 min
Café: 3.5 min
Aceite: 4 min (de todos modos deja una sutil marca)
Traducción gráfica de las manchas de la página anterior
Zumo de naranja: 780 manchas
Café: 1,087 manchas
Aceite: 805 manchas
Tiempo ganado al futuro, al descubrir cuánto se hubiera dedicado a borrar las manchas del metro cuadrado de suelo:
Zumo de naranja: 1 día, 8 horas y 24 minutos
Café: 2 días, 15 horas y 21 minutos
Aceite: 2 días, 5 horas y 50 minutos
Total: 6 días y 6 horas
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