A continuación, dos momentos en la campaña de Andrés Manuel López Obrador donde hace referencia a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: "En su visita a Colima, el precandidato presidencial de la Coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, calificó como 'maiceados y alcahuetes' a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a quien recriminó su salario de 650 mil pesos mensuales", la nota es del 7 de febrero pasado y es firmada por los periodistas Óscar Cervantes y Rivelino Rueda en las páginas de este diario. La siguiente es retomada por el portal Político y fue publicada el 29 de mayo pasado: "En Atlacomulco, Estado de México, el tabasqueño preguntó: '¿Saben de algo que hayan hecho los de la Suprema Corte en beneficio de México, se han enterado de algo que hayan resuelto a favor del pueblo? Nada', respondió. Criticó que los ministros perciban en la actualidad un salario de 650 mil pesos, mientras que los senadores 500 mil, los diputados federales 400 mil y los locales hasta 300 mil pesos al mes".
Más allá de las fuertes críticas del ganador de la elección presidencial a la SCJN y a quienes las integran, es importante rescatar en este tiempo de DEFINICIONES varias preguntas que hace algunas semanas, cuando aún estábamos en campañas, cuatro abogados –Melisa Ayala García, Juan Garza Onofre, Saúl López Noriega y Javier Martín Reyes– publicaron en el blog de la revista Nexos 'El juego de la Suprema Corte'. Se trataba de seis cuestionamientos para definir la manera en la que cada uno de los que buscaban la silla presidencial veía a la Suprema Corte y cuáles serían sus posturas para los nuevos nombramientos que están por venir –el próximo presidente propondrá las ternas para cubrir las vacantes de al menos dos integrantes de la Corte: los sustitutos de Margarita Luna Ramos y José Fernando Franco–; sin embargo, sus preguntas no tuvieron el eco esperado, al menos en el equipo de Andrés Manuel López Obrador.
Ante el triunfo del representante de Morena aprovecho este espacio para volverlas a poner sobre la mesa. Tras un resultado avasallador de esta fuerza política, la Suprema Corte se convertirá en un contrapeso necesario y conocer la postura de López Obrador debe de estar en la agenda nacional.
1. En noviembre de 2018 y en febrero de 2019 se abrirán dos vacantes en la SCJN, ¿piensa que es conveniente que las vacantes sean ocupadas al menos por una mujer y una persona de perfil académico?
2. ¿Cuál de los siguientes perfiles planea impulsar en caso de asumir la presidencia de la República: ¿Juzgador de carrera? ¿Académico? ¿Litigante privado? ¿Activista de litigio estratégico? ¿Abogado de carrera política?
3. Durante años se ha propuesto la creación de un tribunal constitucional, diferente a la Suprema Corte, que se encargue de cuestiones estrictamente constitucionales y, en específico, del control abstracto. Recientemente, un grupo de académicos ha presentado una propuesta alternativa: crear un tribunal superior federal, al que se le deleguen funciones de legalidad que actualmente realiza la Suprema Corte. ¿Con cuál de estas propuestas estaría de acuerdo y por qué?
4. ¿Cuál es su opinión respecto al sueldo de los ministros de la Suprema Corte? ¿Considera que se justifica la pensión que reciben los ministros en retiro?
5. ¿Qué piensa respecto al actual método de designación de los ministros de la Suprema Corte? ¿Le resulta adecuado o buscaría impulsar su modificación? En su caso, ¿en qué sentido?
6. En los últimos años, la Suprema Corte a través de sus casos ha abordado un sinfín de temas de enorme relevancia para el país, ¿cuál considera que, hasta el momento, es la mejor sentencia de nuestra Suprema Corte? ¿Por qué?
El texto completo titulado 'Las 6 preguntas sobre la Suprema Corte que los candidatos presidenciales deberían contestarte' está en el siguiente link https://eljuegodelacorte.nexos.com.mx/?p=8511. No podemos soltar el tema, las definiciones de López Obrador no se pueden reducir a descalificaciones sin sustento y a hablar sólo de sueldos y pensiones, urge conocer la visión del ganador en un tema del que no quiere hablar.