Moneda en el Aire

La transformación de Scotiabank

El banco ha invertido cuantiosos recursos en sus sistemas informáticos para ofrecer una plataforma segura a sus clientes, también está remodelando un edificio y busca aumentar el apoyo a emprendedores y empresas.

Ha sido sin duda un año complejo para Scotiabank; si bien el nivel servicio de sus ejecutivos y reconocimientos por ser uno de los mejores lugares para trabajar es lo positivo en este 2018, el proyecto de transformación en su área tecnológica ha sido un proceso lento y un poco más doloroso de lo que esperaban.

El cambio tecnológico, que debo contarles, implicó más de dos mil personas en un solo edificio vigilando el ajuste de todos los sistemas, en turnos completos de 24 horas, que incluso significó comprar camas para todos ellos, mismas que están en proceso de ser donadas, ha sido un reto que si bien ya ha sido salvado en su parte más difícil, continúa como muchos de los clientes lo ven ajustándose en la parte de imagen, pero hasta ahora todo marcha hacia tener un banco más moderno y sobretodo con una plataforma bancaria segura para sus clientes y para el sistema.

La inversión del banco en el país es millonaria y va encaminada a atraer más clientes y crecer. Hoy dos de sus principales directivos, uno global, Ignacio Deschamps y otro local, Enrique Zorrilla, que vienen de dos de los bancos más grandes del país, BBVA Bancomer y Banamex, han hecho buen equipo y logrado que Scotiabank poco a poco sea un banco más abierto.

Parte de esta transformación también será en imagen; les adelanto que el edificio que ven ustedes en Periférico será totalmente remodelado, todos los vidrios serán cambiados y hoy los siete pisos que rentaban se encuentran también en remodelación, más de 90 millones de dólares será la inversión, quizás símbolo de una mejor vista de lo que esperan en el futuro.

Para Enrique Zorrilla, quien será director hasta mediados del año entrante en que sea relevado al frente del banco, pero no de la holding, la clave para crecer es no sólo vía el servicio, sino aplicando más viejos esquemas, los bancos no hacen empresas o emprendedores, los descubren y apoyan a crecer, y si esa tarea logran conjugarla en Scotiabank, la transformación del banco sería total: cambio en sistemas, en edificio y en nuevos clientes. Hoy es apenas el arranque, el tiempo decidirá si fue el mejor camino el que han tomado.

Y ya que estamos con Scotiabank, como saben, ya inició formalmente la sucesión en la Asociación de Bancos de México y son dos los inscritos en busca de la presidencia, Enrique Zorrilla, director general del banco canadiense en México, que será relevado por cierto el próximo año y quedará como el director de la holding o del grupo financiero, y Luis Niño, vicepresidente del Consejo de Administración de Banco Azteca, ambos con gran experiencia y reconocimiento en el sector bancario y para quienes crean que la disputa será feroz, pues les digo que no, ellos están de lo más tranquilos, tanto que ya se han reunido para desayunar y platicar sobre los retos de la banca con el nuevo gobierno. ¿Quién ganará? Eso lo sabremos hasta 2019, por lo pronto siguen buscando a sus colegas planteándoles sus propuestas y buscando sus votos.

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Y en el otro lado de la moneda, hay que seguir de cerca los planes del Infonavit en materia de financiamiento, hace unas semanas les decíamos que había logrado ganar a los bancos bastante mercado en la vivienda media y residencial, lo que incluso generó molestia en el sector, pero ahora con los anuncios hechos por el nuevo director, Carlos Martínez, de regresar a financiar a los que menos tienen y la vivienda social, los ojos han vuelto a brillar entre la banca, ya que en una de esas, el Infonavit deja el nicho que recién entraron y les interesa, las viviendas de más de un millón de pesos, lo que definitivamente beneficiará a las instituciones bancarias, esta historia parece que volverá a reescribirse. Por lo pronto, la moneda está en el aire.

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