Uno de los mayores temores para el sector financiero se hizo realidad: el próximo presidente de México con el cual simplemente nunca lograron tener una cercanía y empatía y si bien trataron con respeto no era su persona favorita, ganó. Hoy Andrés Manuel López Obrador se presenta ya como su mayor desafío.
Previo a las elecciones, ya algunas señales de preocupación rondaban en los principales directivos de la banca, el crédito al consumo por ejemplo se redujo a un dígito, menos solicitudes de crédito para vivienda y nerviosismo en sus clientes, esto esperaban pasara una vez terminado el proceso electoral, pero con los resultados actuales, la segunda mitad del año que tradicionalmente es cuando el crédito crece más podría tener un menor dinamismo, y con ello menores ganancias.
Si bien a nivel sector financiero el mensaje enviado de que cumpliría sus compromisos con empresas y bancos nacionales y extranjeros fue una señal de alivio, lo cierto es que tampoco tienen claro cómo será el panorama y la relación con el nuevo presidente, si se toma en cuenta que en su proyecto y en su libro no menciona nada en específico sobre la banca comercial y en la Convención Bancaria habló sobre temas más generales.
Lo que sí saben, es que los bancos no son el mejor amigo del candidato electo, recordemos que siempre ha dicho no tiene tarjetas de crédito, prefiere el efectivo a pagar con un plástico.
Por ello, no saben que esperar, no saben si se encaminará como lo han hecho las últimas tres administraciones en impulsar la inclusión financiera y la bancarización, que más mexicanos formen parte del sistema financiero con un producto o servicio, pues el mismo no es partidario de ello o simplemente ya cada banco haga lo que su negocio les requiera.
Tampoco tienen claro si aun cuando dijo en 2012 no pondría topes en tasas de interés en ningún producto o comisión bancaria, esto siga vigente, ya que con la fuerza obtenida en las urnas, y el apoyo de los legisladores, este tipo de medidas fácilmente podrían pasar. O si los ayudará a impulsar la cédula de identidad única con datos biométricos para reducir el fraude y robo de identidad.
En diciembre precisamente, les decía que a lo que más le temían en 2018 era a una mala renegociación del Tratado de Libre Comercio lo cual está en stand by hasta noviembre y en que ganara AMLO, hoy esos dos temores siguen vigentes y en aumento, porque aun cuando ha insistido estos dos días en que será prudente en el manejo macroeconómico, temen un mayor endeudamiento si se aplican los distintos programas de ayuda que ha anunciado.
Pero sin duda lo que más esperan, es que su negocio no se afecte, pero yo diría lo que esperamos es que los millones que hoy tienen una deuda crediticia porque optaron por ejemplo comprar su primera casa, sientan la seguridad de que el país continuará su marcha macroeconómica y con ello poder seguir pagando y prosperando. Por cierto, hablando de AMLO, ya la exministra Olga Sánchez y futura secretaria de Gobernación, confirmó que este mes renuncia como consejera de Banorte. Por lo pronto la moneda está en el aire.